Para el presidente del Movimiento Laborista, Froilán Barrios los trabajadores deben crear entre ellos canales de comunicación ante un Estado que viola los derechos labores. En la convocatoria incluye a la central de trabajadores oficialista, siempre que “recapaciten y retomen la senda de la libertad sindical”.
–¿Qué tiene de memoria y de cuenta la Memoria y Cuenta presentada ante la Asamblea por el presidente Nicolás Maduro el 15 de enero pasado?
–Una vez más cuentos y sin memoria. Al no importarle repetir las frases trilladas de “prosperidad y crecimiento económico” anunciadas año tras año como una letanía, desde que arribó al poder en 2013 para lanzar una cortina de humo ante la realidad de un país en ruinas.
–¿Se desvía de la Constitución y de las leyes laborales el nuevo salario integrado?
–Totalmente. Al imponer un ingreso mensual de 100 dólares y donde solo 3,6 dólares es salario, se contraviene lo establecido en la Constitución en los artículos 89, 91 y 92 y los artículos 104 y 133 de la Ley Orgánica del Trabajo, entre otros. Para el régimen, tanto la Constitución como las leyes laborales son letra muerta al precarizar las relaciones de trabajo al extremo de la inopia.
–El ministro del Trabajo apuntó que el sector privado no está obligado a pagar el bono de guerra, ¿Es esto un gesto de solidaridad con los empresarios?
–El innombrable funcionario, cuyo título honorífico es ser sargento de las milicias obreras, al menos reconoce una realidad, y es que el ingreso promedio mensual de los trabajadores en el sector privado es de 160 dólares según datos de Fedecámaras y consultoras privadas.
–A partir de los 100 dólares de ingreso mínimo integral, ¿cómo queda Venezuela ante el resto de Latinoamérica?
–Los indicadores económicos establecidos por la Cepal y el Banco Mundial en materia de remuneración no señalan al ingreso como medición sino el salario. Bajo ese concepto los salarios en Latinoamérica se sitúan entre 190 y 550 dólares; por tanto, somos la vergüenza de la región y el planeta.
–¿Cuál debe ser el salario mínimo integral de los trabajadores venezolanos?
–En Venezuela se observa una distorsión porque el salario mínimo se convirtió en el salario promedio y donde los bonos sustituyeron al salario. Lo ideal sería que el salario mínimo sea devengado por un porcentaje reducido a un digito, permitiendo que aumente el poder adquisitivo en el resto de niveles superiores de la escala salarial. Acá es una quimera al ser una política de Estado el empobrecimiento generalizado de la población.
–Al parecer, no tuvo los efectos esperados el Foro Social convocado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT)…
–Fue un fracaso. Para que exista el diálogo social en un país es como dicen los franceses “une danse pour trois”; debe existir voluntad política de los actores de las relaciones de trabajo, especialmente del gobierno de turno y el resto de poderes públicos. Este no es el caso en nuestro país, cuando el actor Estado es un violador contumaz de los convenios laborales ante una representación débil y fragmentada de los trabajadores y un empresariado cohesionado. ¿Adivinen entonces quienes salen más fortalecidos?
–¿Qué deben hacer los trabajadores ante la indefinición del Foro Social?
–En primer lugar, establecer canales de comunicación entre las centrales sindicales que participan en la instancia con el resto de centrales y corrientes sindicales e intentar propuestas, que es el deber ser en torno al salario y la libertad sindical, liberación de sindicalistas presos y reinicio de los convenios colectivos, a ser presentadas ante una próxima reunión del Foro Social.
–¿Qué vislumbra para este año acerca de la conflictividad laboral?
–Se multiplicará por miles; para muestra ya se realizaron dos jornadas de protestas laborales el 9 de enero y el 15 de enero pasados. Con un saldo que irrita al Gobierno, al punto que apresa a Víctor Venegas, sindicalista detenido en Barinas por exigir los derechos de los docentes a un mejor salario y el hostigamiento permanente a los seis sindicalistas “liberados”, luego de ser condenados a 16 años de prisión.
Consenso vs furia
–¿Posibles acuerdos con el Gobierno?
–¿Se puede lograr consenso con un Gobierno que desata la “furia bolivariana”, que semeja a las razias de las SS contra los judíos y los camisas negras de Mussolini, rayando las paredes de sus casas con mensajes amenazantes?
–¿Y entre los sectores de la oposición?
–No solo debe ser posible, también es necesario. Es el momento de aproximar a todos los sectores políticos, sociales y económicos en torno a los intereses comunes, con el objetivo de la reconquista de la democracia, en función del país y no de proyectos personales y partidistas.
–Ante un año electoral, ¿qué podría presentar el Gobierno para ganarse la confianza de los trabajadores?
–Lo mejor que debería hacer es irse por las buenas, respetando el derecho constitucional a elecciones libres. Tras lo que va del siglo XXI de precarización de vida para la población, se ha operado una ruptura mayoritaria con el régimen chavista madurista.
–Ante este panorama, ¿cuál ha sido la posición de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores (Cbst)?
–Simplemente son un apéndice del régimen al ser incondicionales con las políticas antilaborales y la persecución contra sus compañeros trabajadores y sindicalistas, al extremo de convertirse en delatores ante los cuerpos represivos de la tiranía; y de paso lo festejan.
–¿Habrá al menos un acercamiento al diálogo entre la Cbst y los sindicatos independientes?
–En el sindicalismo libre y democrático siempre hay espacio para el dialogo para aquellos que perteneciendo a la Cbst recapaciten y retomen la senda de la libertad sindical y la autonomía frente al Estado. El revanchismo y el resentimiento no son nuestra divisa, pero si la defensa incondicional de los derechos laborales frente a los patronos.
–¿Requiere el sindicalismo libre adaptar su agenda a la situación actual?
–Claro que sí. Sin abandonar lo reivindicativo, el sindicalismo debe agregar a su agenda de luchas las aspiraciones por vivir en democracia y respeto a los derechos humanos. Esta Venezuela en penurias necesita que un sindicalismo sin complejos ni temores, que aborde la necesidad de luchar al resto de la sociedad venezolana por la reconquista de la libertad y la democracia.
–¿Este es un tema nacional o internacional?
–La democracia está amenazada en el mundo; esto implica que los sindicatos luchen activamente a nivel global en defensa de los valores democráticos ante los populismos y dictaduras que amenazan las libertades de los pueblos.
–¿Luego de 25 años de gobiernos chavistas, cual es el balance?
–El 2 de febrero de este año se cumplirán 25 años de arribar al poder el proyecto político identificado como el “Socialismo del Siglo XXI”. El balance en dos palabras simplemente se convirtió en una estafa y en un fracaso para los venezolanos.
De perfil
Froilán Barrios es licenciado en Relaciones Industriales egresado de la Universidad de Carabobo, en 1976. Se especializó en Planificación de Recursos Humanos en la Universidad de Paris I. Iedes. Panteón Sorbona, en 1979; y en Gerencia Estratégica, en la Universidad Eastern Michigan, en 1994. Obtuvo una Maestría en Gerencia Pública en la Universidad del Zulia, en 1999. Fue Diputado a la Asamblea Nacional Constituyente en 1999. Es presidente del Movimiento Laborista, docente y asesor académico en Pregrado y Postgrado en las Universidades: LUZ, UBA, Ucab y tecnológicos universitarios. Fue Asesor en el proceso de Descentralización y de Reforma del Estado (Copre-Zulia). Es Secretario Ejecutivo de la Central de Trabajadores de Venezuela (CTV) y fue Secretario de Reclamos del Sindicato de Profesores de la Ucab (Sipucab). Integra el Fadess. Es articulista de diarios regionales y nacionales. En diciembre de 2020 obtuvo en el Centro de Estudios del Desarrollo (Cendes) de la UCV el título de Doctor en Estudios del Desarrollo.
Caracas / Jolguer Rodríguez Costa
