El único recinto de asistencia de personas con discapacidades visuales en el estado, adscrito al Ministerio de Educación, requiere la reposición del techo de machihembrado de la planta alta, el cual se ha deteriorado de tantas filtraciones.
Se trata del Centro de Atención Integral de Deficiencias Visuales Anzoátegui (Caidva), con 24 años de fundación y una matrícula actual de 85 personas de toda la entidad.
La directora de la institución, Ermarosa Mata, explicó que de este problema que viven desde hace más de siete años, están al tanto la gobernación, la Alcaldía del municipio Bolívar, Corporación de Infraestructura y Vialidad del estado Anzoátegui (Covinea), Fundación de Edificaciones y Dotaciones Educativas (FEDE), Zona Educativa y Protección Civil. Sin embargo, a pesar de que han hecho varias inspecciones, no terminan de acometer las reparaciones, mientras el daño se extiende a otros espacios del mismo piso y planta baja.
Indicó que como consecuencia de las filtraciones, hace tres años perdieron un importante material de los archivo de los docentes y desean evitar que eso ocurra nuevamente.
Temen que el techo no resista las lluvias y que termine de colapsar.
La sede de Caidva está ubicada, desde hace 18 años, en la urbanización Boyacá, al lado de la cancha de Puentecito.
Martirio
El personal aseguró que realizar las actividades pedagógicas en tiempos de lluvia se torna complicado porque se ven obligados a colocar tobos por tantas goteras, obstaculizando el paso de tres docentes con discapacidad visual y los alumnos.
Uno de estos profesores es Bernardo Fermín, fundador y coordinador pedagógico del Caidva, quien manifestó que el problema que presenta la estructura también pone en riesgo el desarrollo de las actividades intrasectoriales; es decir las que realizan con otras academias de manera frecuente.
En este sentido, el personal administrativo, obrero, trabajadores sociales especialistas y educadores, en total 20 trabajadores, instan a las autoridades gubernamentales a adecuar las instalaciones para bien de la población que allí continúa llegando.
El instituto de apoyo también requiere de cuatro aires acondicionados para los espacios didácticos, los cuales fueron hurtados recién declarada la pandemia.
Barcelona / Milena Pérez
