Parientes desmintieron la versión oficial según la cual el taxista César José Acuña Puchete, de 33 años, murió en una presunta refriega con funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), en la autopista José Antonio Anzoátegui en el barrio Mesones de Barcelona.
De acuerdo con una fuente policial, el hombre al igual que el otro fallecido, Carlos Eduardo Rodríguez (27), alias “el mateo”, uno de los 10 delincuentes más buscados, pertenecían supuestamente a la banda de “el zorrito” que opera en la zona norte del estado Anzoátegui.
Los parientes hablaron con los periodistas de El Tiempo cuando hacían diligencias para solicitar los restos de Acuña en el anfiteatro del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf), situado en la urbanización Tronconal III.
La bioanalista Lisbeth Acuña expresó que el viernes 7, su hermano César le hacía una carrerita a Rodríguez. Ambos fueron interceptados por los policías. Afirmó que su familiar se bajó de su carro marca Ford, y rogó que no lo mataran porque tenía cuatro hijos.
La profesional dijo que los uniformados no hicieron caso, y ultimaron a César de un disparo en el cuello. Añadió que de ello pueden dar fe los comerciantes que trabajan en los kioscos de Mesones.
La comerciante Elizabeth Acuña refirió que cuatro años atrás, su hermano estuvo detenido porque lo acusaron sin razón de robar a una muchacha en el barrio Menca de Leoni.
La mujer indicó que tal atraco fue cometido al parecer por dos funcionarios de la Policía del estado Anzoátegui (Polianzoátegui).
“Los petejotas mataron a César porque quisieron” estimó la manicurista Adriana González, quien era vecina del taxista.
Las hermanas Acuña denunciaran la muerte de César ante el Ministerio Público, para que se haga justicia.
Barcelona / Yraida Núñez
