El expresidente del Real Madrid Lorenzo Sanz, falleció este sábado a los 76 años tras ser hospitalizado el pasado martes y encontrarse en estado grave desde entonces por coronavirus.
Sanz, que regentó los destinos de los "merengues" entre 1995 y 2000 estaba en la UCI intubado y sedado y este mismo sábado su hijo Lorenzo ya dejaba caer por la mañana que la situación cada vez era más grave.
"Luchando como el campeón que es, aunque cada vez con menos fuerzas después de dos días dándonos nulas esperanzas. Que el aliento que estamos dando todos haga que ocurra el milagro”, escribía en su cuenta de Twitter Lorenzo hijo, horas antes de la trágica noticia.
El exmandatario blanco, según apuntaba su hijo Fernando también en estos últimos días, había pasado unos días en casa con fiebre antes de acudir al hospital para no colapsar el sistema sanitario.
"Estamos bastante preocupados. Llevaba ocho días con fiebre. Llamaron al teléfono y le dijeron que mientras tuviera fiebre estuviera en casa con paracetamol y poco más. Así llevó ocho días. Él aguantó y aguantó por solidaridad, por no colapsar tenía que aguantar. Aguantó hasta que pudo, hasta que se empezó a encontrar peor y faltarle aire", comentó Fernando el jueves por la noche en 'Cope'.
Este es un perfecto ejemplo de por qué es necesario el aislamiento, para evitar el mayor número de contagios que resten camas necesarias a personas de riesgo como en el caso de Lorenzo.
El Real Madrid logró seis títulos bajo su mandato. En fútbol, los fichajes de jugadores como Mijatovic, Suker, Seedorf o Roberto Carlos, y de entrenadores como Capello o Vicente del Bosque llevaron al equipo blanco a lo más alto.
La conquista de la séptima Copa de Europa fue la más saboreada por el madridismo. El conjunto madridista llevaba 32 años esperándola y en la campaña 1997-98 llegó. Un gol del montenegrino Pedja Mijatovic ante la Juventus de Turín les proclamaría campeones.
Madrid / Redacción Web
