Entre gritos de “Campeonas, campeonas” y con Madrid a sus pies. Así fue como la selección de España fue recibida en Madrid Río después de convertirse en campeona del mundo tras un espléndido mundial de fútbol femenino que culminó con una victoria 1-0 sobre Inglaterra en Sídney.
En el mismo lugar en el que Iker Casillas, Xavi, Iniesta y compañía lo hicieron en 2010 después de proclamarse monarcas universales en Sudáfrica 2010, Olga Carmona, Jennifer Hermoso y Salma Paralluelo se encargaron de dejar la huella de la segunda estrella española, la de Australia y Nueva Zelanda.
Después de un eterno vuelo, las jugadoras recorrieron en un autobús descapotable la capital. Pasaron por la Puerta de Alcalá, la Plaza de Cibeles, Gran vía y la emblemática Plaza de España hasta llegar a Madrid Río, donde a más de 30 grados los amantes del fútbol, sin apellidos, les esperaban al ritmo de Camela, Vicco y los Dj Michenlo y Juan Magán.
Entre bailes y sudor, el samur fue protagonista en el evento. El calor y el poco espacio del que disponían los aficionados provocó desmayos y bajadas de tensión, al los sanitarios se les acumulaban las personas a las que atender.
Las protagonistas llegaron a las doce de la noche. Fueron entrando una a una al escenario. Olga Carmona, Salma Paralluelo, Alexia Putellas y Aitana Bonmatí fueron las más reclamadas por los madrileños.
«Aquí teneis la estrella que tanto queríais», dijo Carmona, la protagonista y goleadora en la final ante Inglaterra, el espejismo de Iniesta en 2010.
«Lo que un día había soñado, ahora lo hemos logrado», cantó Elena Farga en su canción «Está por venir». Un himno que ha acompañado a España en todo el campeonato y que demuestra que esto solo acaba de empezar.
La música siguió sonando y Jennifer Hermoso animó la fiesta al ritmo de Camela, para que más tarde Eva Navarro pusiese la guinda al pastel imitando a las colegiadas del Mundial con los anuncios por megafonía después de las revisiones de VAR, pero con una versión particular: After review, campeonas del Mundo
Pepe Reina volvió en versión Misa Rodríguez: «camarero, ¿qué?, una de champiñones. Lo que sigue ya os lo sabéis.
Madrid / EFE