Desde tempranas horas de la mañana y hasta el comienzo de la tarde de este domingo, las proyecciones hechas por distintos especialistas acerca de la alta abstención que se anticipaba para las elecciones municipales -incluso superior a las regionales del 25M-, parecían haberse cumplido.
Pero lo cierto es que la lucha de la oposición ya no era frenar la corriente de apatía que desde hacía meses recorría las calles del país. Ni siquiera se trataba de ganar la mayoría de las 335 alcaldías y los 2 mil 471 puestos de concejales principales en disputa, sino al menos, no perder las plazas que tradicionalmente habían permanecido en manos del antichavismo, como Chacao, Baruta y El Hatillo (en Caracas).
La consigna de los dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), durante la breve campaña que finalizó el pasado jueves, era imponerse en todos los municipios del país. Y este temor a perder los espacios ya ganados, era lo que movilizaba al sector opositor que había optado por medirse en las urnas este 27 de julio.
En un recorrido realizado por El Tiempo en distintas zonas caraqueñas, se pudo constatar la escasa presencia de electores en los centros de votación del oeste, centro y sur de la ciudad capital.
En algunos pocos puntos del este se observó mayor interés de votantes, aunque en ningún momento se dejaron ver filas de personas esperando por entrar.
A las 8:41 am en la Unidad Escolar Gran Colombia, ubicada en la parroquia Santa Rosalía, un grupo de observadores internacionales, arribó a las instalaciones en dos vehículos blancos tipo Van. El número de veedores resultaba superior al de los electores presentes en ese momento.
En el Liceo Andrés Bello -uno de los centros más grandes de Caracas, en el que están inscritos más de 12 mil electores-, también la asistencia era reducida a las 9:20 am.
En el este de ciudad, a comienzos de la avenida principal de Las Mercedes, en el municipio Baruta, la presencia de personas en Centro Venezolano Americano (CVA), era un poco superior a las 9:55 am, que la observada en otros puntos. Aquí se instalaron dos mesas, para un total de 2 mil 708 sufragantes.
En el Liceo Talento Deportivo Luis Navarro, a pocos metros del Centro Comercial Sambil, al final de la avenida Libertador, en el municipio Chacao, se apreciaba el ingreso de ciudadanos, luego de revisarse en los listados fijados en los muros fijados en los muros de la entrada.
En Los Chaguaramos, la avenida La Facultad permanecía solitaria, como si de un 1 de enero se tratara. Pocas personas caminaban hasta el Centro de Educación Inicial María Edilia Valero.
Desde el tercer piso de un edificio cercano, un hombre gritaba a los escasos transeúntes que se lograban ver. “No votes. No apoyes la corrupción”, en un intento por reducir, aún más, la ya menguada asistencia.
En ese centro, sólo había instalada una mesa (864 votantes), y hasta cerca de las 11:00 am eran pocos los que habían ejercido su derecho.
Una vez que se había votado por los candidatos a alcalde y concejales, las personas podían pasar a otro recinto para escoger alguno de los siete proyectos que se ofrecían dentro de la Consulta Popular Nacional de la Juventud -un votación que se realizaba en paralelo con las municipales.
En Las Palmas, cerca de Plaza Venezuela, el Colegio La Consolación a las 12 del mediodía aparecía casi desolado, contrastando incluso con ya escasa afluencia de ciudadanos de las regionales.
Otro tanto ocurría con el Colegio Santa Luisa, cerca de Prado de María, al sur de la ciudad. Aunque había instaladas dos mesas (con 3 mil 270 electores inscritos en total), algunos de ellos pasaban, se revisaban en el listado del CNE, y seguían su camino sin ingresar siquiera a las instalaciones.
En horas de la tarde, en la misma zona, un camión con altavoz, buscaba motivar a los rezagados a acudir a sufragar.
Caracas / Rodolfo Baptista