Si bien es cierto que la alcaldía ha iniciado un plan de rehabilitación vial en el municipio Sotillo, hay comunidades, como Bello Monte, que aún no han recibido ni una gota de asfalto.
Sólo basta con hacer un pequeño recorrido por el sector porteño para darse cuenta del mal estado que presentan algunos tramos de la carretera.
Apenas se inicia la vía principal de la comunidad, a pocos metros del cementerio municipal, se pueden observar los primero tramos inestables. Pareciera que los años y las lluvias de los últimos años los han ido desgastando.
Al avanzar se puede observar uno que otro hueco y diversas áreas que no están del todo planas.
Al pasar el lugar que se le conoce como "Barrio Bolívar" hay otras zonas de la carretera bastante deterioradas. Incluso existen grandes cunetas, que cuando llueve mucho se llenan a tal punto que los conductores se encomiendan a Dios antes de transitar por allí con sus vehículos, pues no saben qué se pueden conseguir debajo del agua.
Más deterioro
Otro de los sitios donde hay varios baches en la carretera principal es en la popular parada conocida como "La 24".
Aquí la mitad de la vía se encuentra bastante inestable y por esa razón las unidades de transporte reducen notablemente la velocidad para poder pasar. Además, en esa zona se levanta mucho el polvo cuando pasa cualquier vehículo y esto ha causado molestia en los que residen cerca.
"Siempre tratamos de mantener la puerta cerrada para que no se meta el polvo, pero la solución es que asfalten ese tramo", dijo el ama de casa Ana Rodríguez.
Antes de llegar a la última parada del sector, también hay un tramo muy deteriorado. Como el bache abarca gran parte de la vía, los conductores optan por ocupar el carril contrario cuando transitan por allí.
Y lo peor de todo es que el deterioro de la vialidad no sólo se observa en la carretera principal, sino también en calles como El Silencio, donde hay enormes baches.
La vecina María Mendoza aseguró que frente a su casa no han asfaltado desde hace "mucho tiempo".
"Lo más preocupante es que toda la vida hemos tenido un bote de agua que poco a poco se ha ido comiendo más y más la carretera. Como no han venido a asfaltar, algunos moradores han pedido colaboración y ellos mismos han reparado algunos tramos con cemento y otros materiales", contó.
Puerto La Cruz/ Jesús Bermúdez