El Real Madrid se pondrá del lado del Barcelona en el proceso judicial que enfrenta el rival por los pagos de millones de euros durante varios años a una empresa que pertenecía al vicepresidente del comité de árbitros de fútbol de España, dijo Madrid el domingo después de una reunión de directorio urgente.
La decisión se produjo dos días después de que la fiscalía acusara formalmente al Barcelona de presunta corrupción en el deporte, gestión fraudulenta y falsificación de documentación mercantil. Un juez de instrucción decidirá si las acusaciones deben dar lugar a cargos.
El Real Madrid quiere manifestar su máxima preocupación por la gravedad de los hechos y reitera su confianza en el ordenamiento jurídico . El club ha acordado que, en defensa de sus legítimos derechos, comparecerá en el juicio cuando el juez lo abra a los afectados.
Era la primera vez que el Madrid se pronunciaba oficialmente al respecto. Otros clubes ya habían expresado su preocupación por los pagos del Barcelona, al igual que la liga española y la federación española de fútbol. La liga también planeó tomar medidas contra el Barcelona en los procedimientos legales.
El Atlético de Madrid fue uno de los equipos que se quejó de los vínculos del Barcelona con el funcionario del comité de arbitraje.
“Esperamos que esto se resuelva para que todos podamos entender lo que pasó y competir bajo las mismas reglas”, dijo el domingo el entrenador del Atlético, Diego Simeone.
El presidente del Barcelona, Joan Laporta, dijo que los fanáticos deben permanecer "tranquilos".
“El Barça es inocente de las acusaciones que se le hacen y es víctima de una campaña, que ahora involucra a todos, para dañar su honorabilidad”, dijo Laporta en Twitter. “No es ninguna sorpresa, defenderemos al Barça y demostraremos que el Club es inocente. Muchos se verán obligados a rectificar”.
El propio Laporta no estaba entre los acusados por los fiscales el viernes.
Barcelona ha estado bajo escrutinio desde que los pagos al funcionario del comité se hicieron públicos el mes pasado. Los pagos se investigaron inicialmente como parte de una investigación fiscal de la empresa.
El Barcelona ha negado sistemáticamente cualquier irregularidad o conflicto de intereses, diciendo que pagó por los informes técnicos de los árbitros pero que nunca trató de influir en sus decisiones en los partidos.
Los fiscales dijeron en documentos judiciales vistos por The Associated Press que los pagos del club ascendieron a 7,3 millones de euros (7,7 millones de dólares) entre 2001 y 2018. Agregaron que esta “cantidad no se justificaba porque no estaba prevista en los estatutos del club ni aprobada por su asamblea general (de socios)”.
La fiscalía alegó que el exvicepresidente del comité, José María Enríquez Negreira, “a cambio de dinero, realizaría actos tendientes a favorecer al fútbol barcelonista en la toma de decisiones de los árbitros en los partidos del Barcelona, y en los resultados de las competiciones.”
Hasta el momento no hay evidencia de que los árbitros o los resultados del juego hayan sido realmente influenciados.
España / Con información AP
