El papa León XIV pidió este lunes a los peregrinos que asistieron a las canonizaciones de este domingo de los venezolanos José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles que tomen ejemplo de estos santos para afrontar los problemas de la vida.
El papa estadounidense y peruano recibió este lunes en el aula Pablo VI a los fieles que llegaron a Roma para asistir a la canonización de los primeros santos venezolanos, pero también a la de Ignacio Choukrallah Maloyan, arzobispo católico armenio de Mardin, en Turquía; el laico de Papúa Nueva Guinea Peter To Rot; las religiosas italianas Vincenza Maria Poloni, fundadora del Instituto de las Hermanas de la Misericordia de Verona, y María Troncatti, de la congregación de las Hijas de María Auxiliadora, y el también laico italiano Bartolo Longo.
En su mensaje dedicado a los fieles venezolanos, Leon XIV recordó la carta de los obispos de Venezuela en la que pidieron que los nuevos santos sean "un fuerte estímulo para que todos los venezolanos se congreguen y sepan reconocerse como hijos y hermanos de una misma Patria".
Explicó que estas dos figuras fueron "personas muy semejantes a nosotros, que vivieron enfrentando problemáticas que no nos son extrañas, y que nosotros mismos podemos afrontar como ellos lo hicieron, siguiendo su ejemplo".
Y por ello, el papa instó a los fieles que como hicieron en sus vidas José Gregorio y la madre Carmen asuman que "quien vive a mi lado, como yo, como ellos, está llamado a la misma santidad, y por ello debo verlo, ante todo, como un hermano al que respetar y al que amar, compartiendo el camino de la existencia, sosteniéndonos en las dificultades y construyendo juntos el reino de Dios con alegría".
Sobre los primeros santos venezolanos, el pontífice destacó que sus grandes virtudes fueron la fe, la esperanza y la caridad "que nace de acoger y compartir el don recibido; que nos hace encontrar el verdadero sentido de una vida y nos pide que la construyamos por medio del servicio, sea a los enfermos, a los pobres, a los más pequeños".
Al concluir, pidió a todos los peregrinos "que regresen a sus tierras con el corazón lleno de gratitud y un ardiente deseo de imitar a los nuevos santos".
Roma / EFE