El Gobierno de Donald Trump no reconocerá al presidente que sea elegido en las próximas elecciones de Venezuela, al considerar que son unos comicios "ilegítimos" y no cumplen los requisitos de ser "libres, justos, creíbles y transparentes".
"La decisión de la ilegítima Asamblea Constituyente de convocar elecciones anticipadas, incluso con las negociaciones en marcha entre la oposición y el régimen de Maduro, mina esas conversaciones y mina la capacidad del pueblo venezolano de participar significativamente en abordar las múltiples crisis que ha causado el régimen de Maduro", indicó el alto funcionario.
En este contexto, Estados Unidos promete usar todas sus herramientas "diplomáticas, políticas y económicas", incluidas nuevas sanciones, para "que el régimen de Maduro rinda cuentas por sus prácticas corruptas, represivas y antidemocráticas".
Además, el Departamento de Estado defiende los "pasos significativos" contra el chavismo que ha tomado el Gobierno Trump en su primer año, con sanciones "a más de 40 individuos" y al sistema financiero del país.
La embajadora de EEUU ante la ONU, Nikki Haley, también emitió un comunicado sobre la convocatoria electoral en Venezuela asegurando que Estados Unidos "no se quedará de brazos cruzados mientras el pueblo venezolano continúa siendo victimizado por el régimen de Maduro".
Los senadores Marco Rubio (republicano) y Bob Menéndez (demócrata) pidieron al presidente de EEUU, Donald Trump, que ordene a Haley pedir una sesión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU para abordar la situación de Venezuela y que el organismo designe a un enviado especial para las cuestiones venezolanas.
Washington / EFE