El anuncio realizado por la administración de Joe Biden sobre la flexibilización de las sanciones de Estados Unidos (EE.UU.) contra Venezuela, fue bien recibida por economistas y especialistas, aunque en principio, no parezca ser tan amplia como se esperaba.
La vicepresidenta Delcy Rodríguez apuntó a través de Twitter, que el Gobierno había “verificado y confirmado”, que Estados Unidos autorizó a empresas petroleras norteamericanas y europeas “para que negocien y reinicien operaciones en Venezuela”.
Sin embargo, versiones posteriores de medios internacionales solo mencionaban que la Casa Blanca había dado autorización a Chevrón -la única gran petrolera que permanece en el país-, para sentarse a hablar con el Ejecutivo y negociar los términos de futuras posibles actividades con Pdvsa. Esto no significa, en principio, que puedan suscribirse nuevos acuerdos, ni vender crudo.
Aunque pueda parecer apenas un paño de agua tibia frente a la magnitud y complejidad de las sanciones financieras, la medida fue bien recibidas por distintos especialistas.
El economista Luis Oliveros consideró importante que este tipo de cambios se aceleren.
“Ya Chevron puede hablar directamente (negociar) con el gobierno venezolano. Por donde lo vean, es una buena noticia. Ojalá que la velocidad (en cambios) aumente”, apuntó.
Extraoficialmente se supo que, si el chavismo retoma el diálogo para permitir elecciones transparentes en 2024, EE.UU. podría dar luz verde a Chevrón para enviar equipos al país, mientras que, si los acuerdos en materia comicial resultan exitosos, la transnacional podrá vender crudo venezolano.
Las sanciones aplicadas por EE.UU. desde 2017 llevaron -entre otros factores-, a una caída abrupta en la extracción y venta de petróleo en el país, espantando, además, a las empresas mixtas con capital extranjero en Venezuela, las cuales llegaron a aportar 60% de la producción. El regreso de estas compañías podría ser vital para el comienzo de una recuperación real.
El expresidente de Fedecámaras, Ricardo Cussano, también se mostró complacido con la medida, porque a su juicio podría traer un panorama esperanzador que se vea reflejado en las mejoras en servicios públicos, alimentación y salud.
“Tenemos que seguir todos tributando y empujando para que (la flexibilización de las sanciones) tenga consecuencias positivas, de corto, mediano y largo plazo, que nos permita entonces mejorar la calidad de vida de la gente, reactivar el aparato productivo venezolano con impacto positivo en lo social”, apuntó el empresario en entrevista radial.
Asimismo, agregó que las posibles negociaciones para retomar el diálogo serán de vital importancia, ya que de allí saldrán soluciones de cara a las elecciones presidenciales de 2024.
Caracas / Redacción Web