Un año después de cerrar la embajada estadounidense en Caracas, el principal diplomático de Washington en Venezuela ha encontrado la forma de volver al país suramericano, al menos de forma virtual.
Cada jueves por la tarde, James Story pulsa el botón “Go Live” en Facebook desde su oficina en la embajada estadounidense en Bogotá o en su casa en la capital colombiana, a cientos de millas de Caracas.
En un formato informal, responde preguntas en español fluido a venezolanos y a los pocos ciudadanos estadounidenses que siguen en el país, comentando las últimas intrigas y tensiones entre Venezuela y Estados Unidos. En ocasiones pasa al inglés, con su acento de Carolina del Sur.
Durante 30 minutos, Story habla sobre cosas como la gasolina que compra Venezuela a Irán pese a sus grandes reservas de petróleo, las recientes protestas en Estados Unidos por la muerte de George Floyd a manos de la policía, o acusaciones de que el presidente Nicolás Maduro está vulnerando la constitución venezolana.
“”Miren, esto no es una democracia real", dijo Story en una sesión reciente antes de criticar a los funcionarios venezolanos de alto rango que tienen a sus familias instaladas cómodamente en España y Panamá mientras la mayoría de los venezolanos vive en la pobreza. “Sí, les están engañando a todos”.
La sesión de preguntas y respuestas en la popular red social es una estrategia poco habitual y de bajo presupuesto para explicar la política estadounidense sobre Venezuela, que por ahora no ha logrado expulsar a Maduro del poder.
La ciberdiplomacia es una forma para que Story haga llegar su mensaje, dado que se ve despojado de herramientas tradicionales como visitar escuelas y hospitales, hablar con la prensa local y ofrecer fiestas para personas influyentes.
Además de sus sesiones de chat en vivo, dirige a un equipo de diplomáticos en su inusual “embajada virtual”, trabajando desde la misión diplomática en la vecina Colombia.
Otro caso
William Brownfield, que lidió sus propias batallas como embajador estadounidense en Venezuela durante el mandato del fallecido Hugo Chávez, indicó que utilizar el video para reducir la distancia entre Venezuela y Colombia es una solución “excepcionalmente inteligente”.
“Si hay una cosa que intenta hacer el régimen de Nicolás Maduro, es cortar cualquier comunicación directa de su base con el gobierno estadounidense, o con cualquiera que no esté de acuerdo con él”, dijo en una entrevista desde Washington.
Brownfield, que está retirado, fue embajador en Venezuela durante tres años a partir de 2004. Su estrategia diplomática -que contaba con la ventaja de trabajar desde el interior del país- fue regalar bates y guantes de béisbol a equipos juveniles en el barrio más pobre de Caracas.
La maniobra ayudó a poner un rostro humano a los funcionarios estadounidenses. “Fue divertido contrariar el mensaje chavista de que no éramos más que malvados”, comentó.
Aunque la estrategia de Story no tiene el mismo toque humano directo, Brownfield señaló que tiene la ventaja de hacerse por internet, con acceso a los 5 millones de personas de la diáspora venezolana. También le permite transmitir su mensaje a otros diplomáticos extranjeros, muchos de los cuales recelan sobre lo que pueden decir mientras sigan en territorio venezolano, indicó
“Está diciendo cosas que ellos no pueden decir”, señaló Brownfield.
Los diplomáticos estadounidenses arriaron la frontera en su embajada en Caracas en marzo de 2019, apenas unos meses después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconociera al líder opositor Juan Guaidó como líder legítimo de Venezuela. Estados Unidos está entre los más de 50 países que acusan a Maduro de aferrarse al poder tras unas elecciones poco democráticas en 2018 en la que la mayoría de los políticos opositores populares no pudieron presentarse.
Desde entonces, Estados Unidos ha impuesto duras sanciones contra Maduro, su círculo cercano y la petrolera estatal en un intento de aislarlos. El gobierno de Trump ofreció hace poco una recompensa de cinco millones de dólares por la detención de Maduro después de que una corte estadounidense le acusara de narcoterrorismo.
Story, que a lo largo de su carrera ha pasado por México, Brasil, Mozambique, y Afganistán, ejerce de encargado de asuntos, un diplomático que dirige una misión en ausencia del embajador. Hace una década que Estados Unidos y Venezuela no intercambian embajadores.
Propuesta
Trump propuso a Story en mayo para servir de embajador en Venezuela, días después de que el secretario de Estado, Mike Pompeo, señalara a su equipo que empezara preparar la reapertura de la embajada en Caracas dentro de una campaña de “máxima presión” que esperan culmine con la marcha inminente de Maduro.
Story, que declinó hacer comentarios para este artículo, comenzó sus charlas en Facebook en abril, y más tarde incluyó interpretación en lengua de signos. Cada semana reúne a unos pocos cientos de espectadores y los videos archivados siguen atrayendo clics, con 315.000 reproducciones en uno de ellos.
La mayoría de los espectadores escribe preguntas. Algunos piden ayuda para obtener asilo o visas para reunirse con parientes en Estados Unidos. Otros invitan a Estados Unidos a invadir el país y poner fin al gobierno de Maduro. Pocos son críticos con la posición estadounidense, aunque Story a menudo pide preguntas duras de los que discrepan.
Al menos uno de sus comentarios en estas charlas parece haber llegado a oídos de Maduro.
Tras un ataque fallido a principios de mayo en el que dos exsoldados estadounidenses de las fuerzas especiales acabaron en una prisión venezolana, Story declaró que el gobierno de Estados Unidos no había jugado ningún papel, y sólo respaldaba una solución pacífica alcanzada con diálogo.
Señaló que las fuerzas estadounidenses habían localizado al líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, y que si Washington quisiera deponer a Maduro por la fuerza, ya no estaría en el cargo.
Maduro respondió una hora más tarde en una entrevista emitida en la televisora estatal, en la que citó los mensajes de Story desde Bogotá y afirmó que el diplomático era el “responsable del fracaso de esta incursión armada de mercenarios”.
Caracas/Scott Smith/AP