Este fin de semana, alrededor de 15 personas, entre ellas mujeres con niños en brazos, habitantes de Barrio Sucre II y otros sectores, intentaron invadir un terreno de la Casa del Maestro, en donde quedó inconclusa la construcción de lo que sería una escuela Simoncito.
La presidenta del Sindicato Venezolano de Maestros (Sinvema), Maira Marín, señaló que la mañana de este lunes se reunieron con la comunidad y representantes de la alcaldía para solucionar la ocupación ilegal y retomar la edificación del recinto educativo.
Hace 12 años, cuando Pedro Luis Rodríguez fungía como presidente de Sinvema, el magisterio anzoatiguense decidió donar a la comunidad un espacio de 1.500 metros cuadrados de las instalaciones donde funcionan las oficinas del gremio. El propósito era que se construyera una escuela, ya que había alrededor de 300 niños en etapa preescolar que no estaban inscritos en ningún plantel de enseñanza.
Por medio de gestiones con la Alcaldía de Simón Bolívar, que en aquel entonces era dirigida por Inés Sifontes, el consejo comunal y los habitantes lograron que se empezara la obra, pero posteriormente fue abandonada por motivos que desconocen, a pesar de que ya tenía un buen avance.
Según denunció el expresidente de Sinvema, de la estructura no terminada fueron desapareciendo, progresivamente, piezas del techo, vigas y hasta tuberías de aguas, lo cual los llevó a ellos a defender el lugar y a velar por su desmalezamiento mientras se culminaba, algo que nunca ocurrió.
Pero, la mañana de este lunes, indicó Marín, quedó conformada una comisión que hará seguimiento al reimpulso de la construcción. Quedó integrada por Yelis Colmenares, coordinadora del Servicio Nacional Autónomo de Atención Integral a la Infancia y a la Familia (Senifa); José Ballesteros, concejal y miembro de la comisión de Educación de la alcaldía de Bolívar, y voceros de la comuna Bicentenarios de la Independencia.
De igual forma, están pidiendo solución habitacional para las personas que intentaron invadir el sitio, pues comprenden la crisis existente.
Barcelona / Milena Pérez
