Ayer, la Iglesia Católica celebraba con devoción y alegría la entrada triunfal de Jesús al pueblo de Jerusalén, hecho denominado como el Domingo de Ramos y que marca el inicio de la Semana Santa.
En Cumaná se vivió con fe esta fecha, pues las distintas iglesias realizaron las actividades tradicionales como procesión, misa y la bendición de las palmas.
Una de ellas fue la Basílica Menor Santa Inés, ubicada en el centro histórico de la urbe, que celebró dos eucarísticas: una a las 8:00 am y otra a las 5:00 pm, y en las cuales se bendijo las palmas de todos los asistentes.
Las ceremonias estuvieron oficiadas por el presbítero Oswaldo Orellana, rector y párroco del templo, quien durante su homilía hizo una llamado a la conversión como seres humanos, como familia, padres, amigos e hijos.
Dijo que este tiempo de Semana Santa es el espacio ideal para la reflexión intensa, “es el tiempo para la verdadera conversión y para abrazar con convicción la fe en Cristo”.
Otra de las parroquias que se hizo sentir fue la San Vicente de Paul, donde rememoraron aquel día triunfal, a través de una dramatización protagonizada por los niños y jóvenes de la pastoral de catequesis y el grupo juvenil.
En cada estación oraron por situaciones actuales, como los inmigrantes, los jóvenes, niños, salud y todo lo que preocupa la paz del país.
Seguido a este recorrido, en el cual participaron diferentes comunidades, se llevó a cabo la misa oficiada por presbítero Luis Enrique Quintero, vicario del templo.
En su homilía invitó a todos a vivir la Semana Santa como verdaderos cristianos, recordando que “Jesús nos amó y se entregó por nosotros”.
Con esta frase hizo un llamado de reflexión a los asistentes, para que no olviden que el Señor no hizo su voluntad sino que siguió los planes de Dios. “Nosotros debemos hacer los mismo, aprovechemos para perdonar y trabajar en la conversión”.
Para finalizar realizó la bendición de las palmas, y agradeció por la masiva participación en la jornadas religiosas del domingo.
Cumaná / GL – Corresponsalía