
Un total de 116.100 viviendas resultaron dañadas en las regiones del este de Cuba impactadas por el huracán Melissa a finales de octubre, informó este sábado la Presidencia del país caribeño.
Las mayores afectaciones se concentran en la provincia de Santiago de Cuba con “más de 93.000” casas dañadas del total reportado, según el balance presentado en el pleno del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal) que sesiona esta jornada.
El segundo jefe del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, el primer coronel Luis Ángel Macareño, explicó en la reunión que “se mantienen asistidas 2.760 personas”, según divulgó la Presidencia.
Añadió que “los sistemas vitales se han restablecido a más del 95 %”, el abasto de agua alcanza un 96 % y sólo la provincia de Granma tiene el 100 % del sistema eléctrico restablecido. Las otras regiones (Guantánamo, Holguín, Las Tunas y Santiago) todavía no lo completan, aunque están cerca.
Esto no significa que todas esas zonas estén totalmente encendidas, ya que estaban dentro de las más afectadas por los apagones desde mucho antes del paso del huracán Melissa.
Desde el impacto de Melissa agencias multilaterales, ONG como la Cruz Roja y países como China, Venezuela, España, Colombia, Corea del Sur y México han enviado alimentos y ayuda humanitaria a Cuba.
El huracán cruzó el este de la isla con categoría 3 (de 5) en la escala Saffir-Simpson con vientos de 200 kilómetros por hora y precipitaciones de hasta 400 milímetros en algunos puntos del país.
Los cuantiosos daños materiales -pero sin víctimas mortales, según el Gobierno cubano- abarcan también 600 infraestructuras médicas estatales, más de 2.000 centros educativos, unas 100.000 hectáreas de cultivos e infraestructuras de transporte, telecomunicaciones, electricidad y abasto de agua.
Naciones Unidas presentó un plan de acción de 74,2 millones de dólares (64 millones de euros) para atender a una población de en torno a un millón de personas, algo más del 10 % del país.
Cuba / EFE


