El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha advertido a Estados Unidos sobre los riesgos de llevar ayuda humanitaria a Venezuela sin la cooperación de los cuerpos de seguridad leales a Nicolás Maduro.
El líder opositor Juan Guaidó ha dicho que desafiará a la negativa de Maduro de permitir el ingreso de ayuda humanitaria pidiéndole ayuda a países vecinos para enviar medicinas y alimentos.
Guaidó se declaró presidente interino del país el 23 de enero.
Alexandra Boivin, jefa de la delegación para Estados Unidos y Canadá, dijo a The Associated Press (AP) que el CICR se ha comunicado con el gobierno de Donald Trump sobre “los riesgos del sendero tomado, los límites de nuestra capacidad de operar en un entorno así”.
El equipo de Trump ha dicho que está listo para entregar ayuda a Venezuela cuando lo solicite Guaidó.
El director de operaciones globales Dominik Stillhart, dijo que el CICR solo participaría en tales esfuerzos si son ejecutados "con la aprobación de las autoridades, sean quienes sean las autoridades".
Un ente neutral
Stillhart señaló que gracias a la neutralidad de la organización y a que cuenta con un capítulo local -Cruz Roja Venezolana- CICR actualmente ingresa a la nación sudamericana utensilios médicos destinados a seis hospitales ubicados a lo largo del país.
"No somos una agencia que implementa planes de algún donante, especialmente no para implementar cosas que tengan una connotación política", indicó.
El responsable estadounidense para Venezuela, Elliot Abrams, recientemente dijo a reporteros que su equipo sopesaba crear un canal humanitario pero que requería la cooperación de Maduro.
La organización con sede en Ginebra actualmente conversa con el Ministerio venezolano de Sanidad para duplicar este trimestre su presupuesto anual de diez millones de dólares.
La meta será apoyar puntos de la frontera colombo-venezolana que son de alto riesgo debido a la presencia de grupos armados y atender un repunte reciente de malaria en el estado suroriental de Bolívar.
CICR también agregará cinco millones de dólares al presupuesto anual de $30 millones de dólares con el que cuenta su programa en Colombia, existente hace medio siglo.
La expansión buscará atender no solo el incremento de la violencia en las zonas donde solía operar las FARC sino también la recepción de al menos tres millones de venezolanos que han dejado su país ante una aguda escasez de medicinas y alimentos.
Washington / Luis Alonso Lugo /AP