Largas filas para surtir gasolina se aprecian en las calles de Maturín, donde el acceso al combustible, tanto subsidiado como premium, se ha convertido en una odisea.
Conductores deben llegar a las estaciones de servicio un día antes para intentar garantizar su cupo, sin que esto sea total garantía de poder abastecer sus tanques.
"Hay usuarios que llegan a las 12 de la noche a hacer la cola y están más o menos de número 150. Cuando reparten los números en la mañana siguiente son los números 230", afirmó Enrique Marcano, quien con frecuencia asiste a la bomba subsidiada "El Costo".
Señaló que muchos usuarios quedan "por fuera", pues las autoridades dicen que deben surtirles también a las motos y que solo reciben 10 mil litros diarios.
En varias bombas de la capital monaguense las filas de conductores en espera se forman desde el día anterior. Incluso, cerca del mediodía ya hay quienes empiezan a hacer la cola para ser surtidos en la siguiente jornada.
En la última semana también se han apreciado estaciones de servicio cerradas, y se ha generado más congestión para los días posteriores. En esas jornadas, las gasolineras dolarizadas muestran mayor aglomeración.
Desde inicios del mes de marzo, el gobernador de Monagas, Ernesto Luna, anunció la prohibición de colas nocturnas. También precisó que el horario del abastecimiento era de 06:00 de la mañana a 03:00 de la tarde.
Maturín / Oriana García Rivas