El gobierno colombiano abrió el sábado su primer refugio para venezolanos que cruzan la frontera en números cada vez más grandes para escapar de la crisis económica en su país.
El raquítico refugio se instaló cerca de la ciudad fronteriza de Cúcuta para albergar hasta por 48 horas a 120 personas al día. Se dará prioridad a mujeres embarazadas, ancianos y menores que ingresaron de forma legal al país y será administrado por la Cruz Roja.
Cúcuta se ha visto abrumada en las últimas semanas por el creciente éxodo de venezolanos. Muchos duermen en las calles y el índice delictivo en la ciudad se ha incrementado conforme las pandillas reclutan a los desesperados migrantes para aprovecharse de ellos.
A diario unos 35.000 venezolanos cruzan hacia Colombia, muchos de ellos instalándose con familiares o para hacer cortos viajes para comprar alimentos y medicamentos que desde hace año escasean en su país.
Pero las cifras han aumentado en los últimos meses, y se calcula que hay actualmente unos 200.000 que buscan permanecer en Colombia ante una inflación de cuatro dígitos que cada vez hunde más a la potencia petrolera.
No todos han sido acogidos ante la creciente histeria de que los refugiados económicos roban empleos a los colombianos y agotan los pocos recursos disponibles.
La semana pasada, las autoridades deportaron a 130 venezolanos que ingresaron sin autorización legal y dormían en una cancha de básquetbol al aire libre en Cúcuta. Las autoridades migratorias también buscan medidas más estrictas incluso al incrementar de 90 días a dos años la cantidad de tiempo que se les permite a los venezolanos permanecer en Colombia.
“Estamos tratando de ser lo más generosos posible con la situación, pero también hay que tener orden”, dijo la canciller María Holguín esta semana durante una reunión especial del gabinete para tratar la volátil situación.
Se prevé que el presidente Juan Manuel Santos viaje el jueves a Cúcuta para revisar los planes de contingencia ante la pujante crisis humanitaria.