Con tan sólo 22 años, Alejandro Jesús Betancourt Urpín ya había acumulado un amplio prontuario delictivo, desde robos y lesiones graves hasta homicidio.
Así lo reseñan los seis registros que tenía en los cuerpos policiales. Y a las 6:10 de la mañana de este miércoles 12 de mayo, sus andanzas llegaron a su fin tras, presuntamente, medirse a tiros con una comisión de la Brigada de Robos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).
El hecho ocurrió en la calle 6 del sector Los Girasoles del barrio La Orquídea, en Barcelona.
Versiones
Los policías llegaron a ese sector en busca del líder de una banda, pero allí, al parecer, fueron recibidos a tiros por Betancourt, apodado “el chino”.
Durante la balacera, el joven llevó la peor parte al recibir un impacto de proyectil en el tórax.
Sin embargo, la versión de los familiares es distinta. Ellos aseguran que la comisión policial llegó a la barriada, acordonó el lugar para no dejar que nadie se acercara a la vivienda y que después le dispararon al muchacho. Cuando lo sacaron ya estaba muerto.
En el sitio, los detectives recolectaron una pistola Glock solicitada por hurto.
La mamá y la concubina de Betancourt Urpín fueron llevadas a la sede del Cicpc a rendir declaraciones. Mientras que el cadáver lo ingresaron en la morgue forense para someterlo a experticias legales en presencia de un representante de la vindicta pública.
Betancourt Urpín dejó dos niños de 3 años y 10 meses.
Barcelona / Eleida Briceño