Desde hace ocho años, los abogados oriundos de Santa Fe, en Argentina, Cruz Scardellato y Karen Perezon, hicieron de andar en bicicleta su forma de vida.
Todo comenzó con un recorrido por el continente americano, entre Alaska y la región de Ushuaia en el país austral. Querían demostrar que lo podían lograr y lo hicieron.
Desde ese periplo a la fecha, y desde hace unas semanas, iniciaron su viaje por el país número 20 que visitan: Venezuela, donde la calidez y la entrega de la gente que los ha recibido, se convirtió en una de las cosas que más les ha gustado del país.
Este sábado llegaron a la zona de Paria, por Carúpano, donde fueron recibidos por los clubes Paria Bike y Motorcycle, que los contactaron en el estado Monagas y los invitaron a conocer la región.
Reconocen que ya no se trata de demostrar algo sino que recorrer el continente en bicicleta se convirtió en su forma de vivir.
De esta forma ya han visitado Brasil, Uruguay, Paraguay, Venezuela, Ecuador, y en este recorrido, el destino es el Caribe, el punto más al norte. El viaje, aparte de Venezuela, incluye recorrer parte de Brasil, las Guyanas y Surinam. De allí, por Brasil pasarían a Uruguay para retornar a su país.
En nuestro país han visitado Bolívar, Monagas y Sucre, y esperan seguir su recorrido a Nueva Esparta esta semana. A Venezuela entraron por Santa Elena de Uairén, donde visitaron la Gran Sabana y la zona minera.
Como abogados, paran en algunos puntos del camino para realizar trabajos online que les sirven como financiamiento.
“No estamos todo el día en la bicicleta, sino que hacemos tramos, paramos, generamos el recurso, conocemos, descansamos y así hemos estado hace ocho años”.
Sólo se pararon por un largo tiempo en Ecuador, durante la pandemia, donde debieron permanecer hasta que se levantaron las restricciones.
Sobre Argentina dijeron que la han recorrido por tramos, pero lo más importante es que aprendieron a apreciar todo lo bueno de su país, luego de que salieron al exterior. “En 2022 la recorrimos por la Ruta 40, emblemática para los argentinos y que recorre cinco mil kilómetros, bordeando la Cordillera de Los Andes”.
Creen que la experiencia les permitió enamorarse de su país, mirándolo con otros ojos. “No sólo es lo malo, y empezar a valorar las cosas buenas”.
En Venezuela los impresionó la gente. “En todos los países nos han tratado muy bien, nunca hemos tenido problemas, pero aquí la gente es muy entregada, muy servicial y amigable. No paramos de saludar a la gente en la calle”, dijo Perezon.
Bermúdez/ Yumelys Díaz