
Entre la administración de cargas y las fallas continuas, los habitantes del municipio Bermúdez, en el estado Sucre, viven en vilo, con el temor de quedarse sin electricidad por largos periodos de tiempo, con las molestias que esto conlleva.
Lina La Rosa, habitante de Playa Grande, que se encuentra en el Circuito Bloques-Primero de Mayo, relató que la situación se agudizó desde hace unas dos semanas, con cortes de hasta cuatro horas por racionamiento. “Ellos lo llaman administración de carga, pero en realidad es una tortura”, dijo.
Agregó que solo el domingo, “la luz” se fue como cuatro veces en el día, el lunes les aplicaron administración desde la 1 pm hasta casi las 4 pm, “y hoy martes había una falla en parte de Playa Grande, y la cortaron a las 7 de la mañana y la repusieron a las 10:30 am”.

Soledad Martínez, habitante de Charallave, que recibe electricidad del Circuito El Pilar, dijo que no hay días fijos para los cortes. “Hay semanas que se va un día sí y un día no, por dos o tres horas, hay una semana que no se va, pero a la siguiente se va dos o tres veces, por lapsos de 10 o 15 minutos”.
Señaló que desconocen si se trata de fallas o administración de carga, de lo que si están seguros es que es una situación incómoda y preocupante, e instó a las autoridades del área a establecer horarios para poder tomar las previsiones. “Aquí estamos sin luz a cada rato”.
Llamó la atención sobre el daño a los aparatos ante la imprevisión de los bajones y los cortes inesperados. “En la casa se dañan bombillos, se dañó la tostadora, la cocina eléctrica y estamos a lo que Dios quiera”.
Margarita López, explicó que el circuito que abarca la zona de la calle San Félix, donde reside, sufrió tres cortes prolongados la semana pasada, por administración de carga. “Los cortes los programan ellos y nosotros nos enteramos cuando ocurren. Fueron de cuatro a cinco horas y media”.
Señaló que el racionamiento le impide trabajar online, una de sus labores, porque tiene que hacerlo en una computadora y cuando no lo hace en sus horarios regulares, debe sacrificar sus horas de descanso para completar tareas.
La situación también afecta a la zona donde queda el liceo que trabaja de forma regular, retrasa los procesos y debe hacer horario extra para cumplir con las asignaciones, que si nos las terminan afectan los pagos del personal. “En mi casa no hay luz, en el trabajo no hay luz y todo se vuelve un caos. Te cansas, se sube la tensión, sudas, los niños se deshidratan, las tareas se retrasan”.
Detalló que la situación viene en aumento desde hace unas tres semanas, cuando los cortes se pasaron de una vez a la semana a interdiarios. “En el liceo donde trabajo se iba dos veces, ahora se va cuatro de los días de trabajo, y los estudiantes me preguntan cómo se puede rendir así”.
Xiomara Viña, vecina de El Muco, también reportó unos cuatro cortes prolongados la semana pasada. “La molestia principal en El Muco es que nos quedamos sin agua, porque el pozo, cuando se va la luz en el día, deja de surtir durante esas cuatro horas”.
Jesús Guzmán, vive en El Muco, en el sector El Limonal, que recibe carga del Circuito San José, y trabaja en el sector Los Molinos, en ambas zonas sufre las molestias de los cortes, que a diario ocurren entre tres y cinco veces.
Cree que algunas interrupciones se deben a fallas que deben subsanar y los cortes no son largos, pero los molestos son los de administración de carga, que no tienen horas fijas.
“Tengo un negocito en Los Molinos, una distribuidora de agua y también la luz se va constantemente en este circuito. Se nos va hasta seis veces diarias”.
La situación afecta a su negocio, porque no pueden procesar el agua para la venta, porque se usan bombas eléctricas y se retrasa el trabajo.
Además, se generan molestias por el calor, al no poder usar los aires acondicionados, los artefactos eléctricos y se sufren otros males, como en su caso, que hicieron el corte cuando iba llegando a su casa en el bus y debió caminar unos dos kilómetros en la oscuridad hasta su casa.
Sucre/ Corresponsalía Carúpano


