La fase de grupos de la Copa América finalizó con una sentencia que pocos imaginaban en la Concacaf: Panamá y Canadá, que comenzaron sus grupos lejos de ser favoritos para avanzar, están en cuartos, mientras que los dos 'grandes' de Norteamérica, México y Estados Unidos, ya dijeron adiós.
Canadá dio la campanada el sábado al pasar como segundo el grupo A, detrás de Argentina, pero por delante de selecciones a priori más competitivas como Chile y Perú; Panamá doblegó al anfitrión Estados Unidos y rubricó ante Bolivia un brillante pase de ronda como segundo del grupo C, detrás de Uruguay.
Estados Unidos se despidió de forma muy gris de su Copa América, tras sumar apenas tres puntos (contra Bolivia) en tres partidos; México murió en la orilla en un grupo, eso sí, muy exigente con Venezuela, Ecuador y Jamaica.
A falta de dos años para el Mundial de Estados Unidos, Canadá y México, la Concacaf vive un momento de revolución en sus equilibrios.
"Creo que las dos selecciones hemos progresado mucho. En los años anteriores hemos venido haciendo las cosas bien tanto nosotros como ellos, y creo que eso es el reflejo de hoy", aseguró el panameño Eduardo Guerrero en la zona mixta posterior al triunfo de Panamá contra Bolivia, al referirse a su selección y a la de Canadá.
Una opinión que compartió su compañero César Yanis tras el gran logro de Panamá.
"Contento, feliz (por la clasificación) porque esto es de todos. Contento por el grupo, hemos conseguido algo histórico y ahora a descansar y pensar en lo que viene", dijo.
"(La clasificación de Canadá y Panamá) habla muy bien de nosotros, del trabajo que venimos haciendo. Veníamos a este torneo a competirlo, lo dijimos al principio, y se está notando", añadió.
Mientras, en Estados Unidos se suman las críticas a la selección de Gregg Berhalter, que se despidió de su Copa América por la puerta de atrás.
Berhalter, pese a reconocer que el resultado fue negativo, dijo que, en su opinión, su gestión ha hecho crecer notablemente el movimiento futbolístico de la selección.
Preguntado sobre si cree que sigue siendo la persona más adecuada para guiar el proyecto, Berhalter contestó con un tajante "sí".
El juego de Estados Unidos y el carácter mostrado en esta Copa América en un grupo accesible con Bolivia y Panamá, más allá de Uruguay, no convencieron al entorno estadounidense.
Mucho más amargo fue el veredicto para México, que se despidió tras empatar 0-0 contra Ecuador un partido de enorme intensidad en el que le fue entregado, y posteriormente negado tras revisión VAR (videoarbiraje), el penalti que pudo darle el billete para la siguiente ronda.
Pero más allá de las polémicas finales, México se encuentra al principio de un cambio generacional que requiere tiempo para volver a competir al más alto nivel.
Se viene dos años clave para México y Estados Unidos para relanzar sus proyectos deportivos en vista de 'su' Mundial, en un Norte América en el que se les empiezan a sumar cada vez más rivales con hambre y poderío competitivo.
Nueva York / EFE