El presidente Donald Trump fue acusado por la Cámara de Representantes de los Estados Unidos el miércoles por la noche, convirtiéndose en el tercer jefe ejecutivo estadounidense en ser acusado formalmente bajo el último remedio de la Constitución para delitos y delitos menores.
El histórico voto se dividió en líneas partidarias, de la misma manera que ha dividido a la nación, por los cargos de que el 45to presidente abusó del poder de su cargo al alistar a un gobierno extranjero para investigar a un rival político antes de las elecciones de 2020. Luego, la Cámara aprobó un segundo cargo, que obstruyó al Congreso en su investigación.
Los artículos de juicio político, el equivalente político de una acusación, ahora van al Senado para ser juzgados. Si Trump es absuelto por la cámara liderada por los republicanos, como se esperaba, tendría que postularse para la reelección llevando la marca dura de juicio político en su presidencia deliberadamente disruptiva.
Los demócratas encabezaron la votación del miércoles por la noche, enmarcados en lo que muchos dijeron que era su deber de proteger la Constitución y mantener el sistema de controles y equilibrios de la nación. Los republicanos apoyaron al líder de su partido, que con frecuencia probó los límites de las normas cívicas. Trump calificó todo el asunto como una "caza de brujas", un "engaño" y una "farsa", y a veces los tres.
Falta un escalón
Se espera que el juicio comience en enero en el Senado, donde se necesita un voto de dos tercios para la condena. Si bien los demócratas tenían la mayoría en la Cámara para acusar a Trump, los republicanos controlan el Senado y se espera que muy pocos se desvíen de los planes de absolver al presidente antes de la votación primaria a principios del año electoral.
Pelosi, una vez reacia a llevar a los demócratas a un juicio político partidista, ahora arriesga su mayoría y su vocación para responsabilizar al presidente.
"Hoy estamos aquí para defender la democracia para el pueblo", dijo Pelosi abriendo el debate.
Trump, Levantó el puño ante una multitud entusiasta, se jactó de "un tremendo apoyo" en el Partido Republicano y dijo: "Por cierto, no parece que me acusen".
