Sin incentivo de quedarse o establecer negocios en la ciudad de Barcelona se encuentran los comerciantes. Así lo aseguró Wael Raad, presidente de la Cámara de Comercio de la capital anzoatiguense.
Señaló que por el nuevo ajuste al Impuesto sobre Actividades Económicas, aprobado por la Cámara Municipal de Bolívar, muchos pequeños y medianos agremiados tendrán que cerrar sus santamarías o mudar sus locales a otras ciudades de la zona metropolitana.
“La medida es injusta porque no se habló con el sector privado para plantear ideas y salir lo menos afectados posibles. Se debió negociar ese aumento porque la idea es que nadie siga quebrando. Desde la Cámara de Comercio consideramos que es necesaria una reunión con la alcaldía. Les hacemos un llamado a reconsiderar, que estudiemos los ingresos, los egresos y entendamos la realidad económica”, expresó.
Raad explicó que los montos a cancelar son diversos, dependiendo del tipo de negocio, pero manifestó que todos son excesivos considerando la crisis económica que atraviesa el país y las escasas ventas registradas.
“Es una exageración que quieran imponerle a un comerciante que pague cuatro, cinco o siete millones de bolívares cuando lo que vende en un mes no llega a eso. Entendemos que al alcalde no le alcancen los ingresos para cubrir los gastos de las obras públicas, pero aumentar de esa forma lo que puede ocasionar es que los comerciantes se vayan a otros lugares”, aseveró.
Indicó que durante una asamblea, que sostuvieron el día domingo, acordaron ir al Servicio Autónomo Bolivariano de Administración Tributaria (Sabat) el martes 4 de febrero para “tratar de conversar con las autoridades, manifestar su rechazo y hacerles entender las consecuencias que los excesivos impuestos pueden acarrear”.
Milena Pérez / Barcelona