Cada día son menos los transeúntes que cruzan el puente internacional Simón Bolívar, tras la reactivación del transporte público colectivo binacional el pasado 6 de noviembre.
En 18 días, las aceras del paso internacional lucen más despejadas, pues ha bajado notoriamente el número de peatones que las usan.
La comodidad de tomar la unidad o bus desde San Antonio del Táchira, para dirigirse a Cúcuta, en Norte de Santander, Colombia, se suma al factor económico: 3.000 pesos el pasaje.
“Ahora falta ver los puentes que funcionen las 24 horas”, es el comentario que reina entre los habitantes del eje San Antonio – Ureña. Por los momentos opera solo por 15 horas.
Cúcuta y La Parada siguen siendo las zonas más frecuentadas por propios y visitantes.
San Cristóbal / La Nación