En lo que va del segundo semestre del año, los departamentos de Investigación y Planificación en Casos de Emergencia y Desastres de los Bomberos municipales de Bermúdez, realizaron 147 evaluaciones de riesgo, que incluyen potenciales peligros para la ciudadanía como árboles a punto de caer, estado de cauces, tendidos eléctricos en mal estado, taludes en vías, así como evaluaciones a estructuras tanto públicas como privadas, que presentan deterioro superficial o estructural.
El mayor (B) Alberto García, comandante de los Bomberos en Carúpano, explicó que el trabajo incluye la evaluación a instituciones educativas, sedes de organismos públicos y residencias de las cuales totalizan 70 inspecciones.
En el área no residencial se realizaron siete evaluaciones, que resultaron con daños no estructurales, es decir, presentaron averías en techos, paredes, pisos, recubrimientos pero sus bases se encuentran en buen estado.
García dijo que en estos casos recomendaron hacer reparaciones, porque estas edificaciones se pueden mantener en pie, al no presentar daños en las vigas y columnas, tal es el caso de la sede de la sede del Seguro Social en Carúpano, que no tiene daños estructurales pero si en la placa, que requiere reparación urgente, para que vuelva a estar habitable. Sin embargo, descartó un daño estructural.
En el caso de las otras 63 inspecciones, que se hicieron a residencias en el ámbito de Bermúdez, 30 presentaron daños estructurales, a nivel de vigas y columnas, por lo que recomendaron reparaciones inmediatas para poder usarlas.
Del grupo, cuatro estructuras fueron totalmente declaradas no habitables, por lo que García precisó que se emitió una orden de desalojo inmediato.
Las otras 33 viviendas y residencias fueron evaluadas con daños no estructurales, en mampostería, tabiquerías, recubrimientos, frisos, pisos y techos, entre otros, por lo que recomendaron reparaciones, a pesar de que los inmuebles pueden permanecer en pie. “Una pared que le caiga a una persona encima, puede lesionarla o quitarle la vida”.
Pese a esto, el jefe bomberil aclaró que las construcciones no colapsan en estas condiciones. “Es por eso que cuando ocurren los terremotos, hay movimientos y hay paredes que se agrietan, hay bloques que se revientan, pero después uno evalúa y la recomendación es que reparen”.
Caso emblemático
Durante el curso de la semana, los Bomberos inhabilitaron al edificio Secundino, en el cruce de las calles Juncal con Cantaura, en pleno centro de Carúpano, por los constantes desprendimientos de mampostería de la estructura y el riesgo que esto representa para los transeúntes.
Igualmente, vecinos de la estructura se quejaron de las caídas de materiales sobre los techos de las viviendas adyacentes, por lo que los Bomberos procedieron a hacer una inspección y recomendaron a los propietarios hacer reparaciones en el recubrimiento del edificio.
El comandante de los Bomberos de Carúpano, capitán (B), Alberto González, explicó que desde el primer reporte, cuando se produjo el primer desprendimiento de material, se presentaron el sitio para evaluar la situación, y se recomendó el cierre temporal de una licorería que funciona en la plata baja de la estructura, para evitar la aglomeración de personas y la posibilidad de que resultaran dañadas con una caída de friso.
En una segunda inspección del inmueble, se realizó nuevamente una evaluación al lugar, por el Departamento de Riesgo y Prevención de los bomberos, que volvió a determinar el peligro que representa el desprendimiento del recubrimiento de la estructura para los transeúntes.
En tal sentido, los inspectores entraron al edificio, y procedieron a desprender parte del recubrimiento suelto del inmueble, que funcionaba como hotel.
Aclaró que el edificio no tiene daños en vigas, columnas o elementos estructurales, por lo que recomendaron a los dueños tomar los correctivos para evitar que un pedazo de friso caiga sobre una persona.
Carúpano / Cecilia Lárez
