Barcelona sufrió más de la cuenta y rescató un punto en su visita a Celta de Vigo en Balaídos. El cuadro culé terminó angustiado un cotejo que finalizó 2-2. El equipo local pudo ganar sobre el final, pero las atajadas de Ter Stegen salvaron el invicto.
El Barsa mantiene sin mancha alguna su hoja de ruta hacia el título de liga. Nada altera su curso impecable. Ni las bajas de Iniesta, Busquets, Rakitic y Piqué. Ni la suplencia de Messi, Luis Suárez, Alba y Umtiti. Sigue invicto, pese mostrar gris en Balaídos, una plaza dolorosa en las últimas temporadas.
El ritmo del inicio fue trepidante. Coutinho lideró la versión B de Barcelona con su velocidad y regates, asociándose con Denis Suárez y Dembélé, que malgastaron las primeras ocasiones. No atemorizó a Celta. Cumplió el guión que suele diseñar Unzué: presión alta, salida rápida de la pelota.
Resistencia
Barcelona asistió con asombro al empuje gallego. Reaccionó tímidamente, aunque con peligro, con un cabezazo al poste de Paulinho a la salida de un córner.
Luego, su misión fue otra vez la de soportar el acoso celeste, bien con la anticipación de Yerry Mina para evitar un remate de Maxi Gómez, y gracas a un paradón colosal de Ter Stegen a un lanzamiento de Brais Méndez.
“No ha sido un partido fácil; ya nos imaginábamos que el guión sería así”, expresó el zaguero Mina.
“Lo importante es que nos mantenemos invictos y en la punta, a pesar de que nuestro objetivo siempre es ganar y sumar los tres puntos en cada juego”, añadió el internacional colombiano.
