Trabajar en instituciones del sector público era el deseo de muchos hace unos 20 o 30 años atrás.
Hay quienes anhelaban tener uno de estos empleos porque "se ganaba bien", había beneficios socioeconómicos que no te los garantizaban otras empresas y además aseguraban una jubilación para seguir recibiendo dinero mensual al llegar a la tercera edad.
Sin embargo, la crisis económica que atraviesa el país desde hace varios años ha ido, poco a poco, mermando estas bondades que recibían los empleados de la administración pública, lo cual ha traído como consecuencia que haya renuncias masivas en este sector.
Ahora, ¿cuál ha sido la razón principal de esta disminución en las nóminas de las instituciones dependientes del Estado?
Representantes de sindicatos y gremios que hacen vida en el estado Anzoátegui coinciden en que el motivo fundamental para que muchos hayan decidido dejar la administración es el salario (Bs 130), el cual equivale a menos de 4 dólares en la actualidad.
Tomando en cuenta que según el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), en septiembre la canasta alimentaria se ubicó en 495,54 dólares, no hay que ser experto en economía para darse cuenta de que el salario base de estos momentos "no alcanza para nada".
"¿Quién no va a salir corriendo con ese sueldo? Yo dejé de trabajar en una alcaldía porque gano más dinero vendiendo café en la calle. Yo me di cuenta de que empecé a generar buenos ingresos haciendo mi cafecito y vendiéndolo en el centro (Puerto La Cruz), y por eso decidí renunciar. El trabajo es más fuerte, no lo puedo negar, pero ahora gano más dinero", comentó el vendedor Luis González.
En el caso de la gobernación del estado Anzoátegui y sus entes dependientes, hace unos 10 años la nómina era de más de 23 mil trabajadores, mientras que en la actualidad es de 17 mil aproximadamente.
Así lo afirmó el presidente del sindicato Unión Regional de Empleados Públicos de la entidad (Urepanz), José "Cheo" Hurtado, quien señaló que la disminución del personal se vio principalmente desde el año 2019.
"La caída del salario y la posición unilateral del gobierno de imponer un tabulador salarial único para todos los trabajadores públicos han llevado al trabajador público a la pobreza extrema, debido a que nos fueron confiscadas todas las cláusulas contractuales que permitían el fortalecimiento del salario. En medio de este panorama, mucha gente abandonó sus cargos y se convirtieron en cifras que engrosaban el éxodo o desplazamiento forzado de venezolanos al exterior. Muchos regresaron y se reincorporaron a sus cargos, otros volvieron buscando oportunidades en el mercado de trabajo o buscando emprendimientos para fortalecer su ingreso y de la familia, y creo que la mayoría se quedaron fuera de nuestras fronteras buscando horizontes diferentes para mejorar la calidad de vida y enviar dinero a su familias, que en principio se quedaban en el país", detalló.
"Sin duda alguna que es probable que algunas familias no hayan declarado la muerte de algunos de sus familiares cabezas de familia para conservar la dádiva de una pensión o la bolsa de solución alimentaria, esto es producto más de la gravedad socioeconómica de la familia, más que de la viveza criolla".
José Hurtado
Presidente de Urepanz
El sindicalista añadió que las muertes de empleados a raíz del Covid-19 también influyó un poco en la disminución de la nómina, ya que, según denunció, no hubo atención médica suficiente para tantos casos de contagios.
"A esto hay que añadirle la catástrofe en la cual fuimos sumergidos por el gobierno nacional en 2017, cuando decenas de trabajadores públicos murieron de desnutrición o patologías que se derivaban de ésta, como la caída de las defensas o males gastrointestinales. Jamás debemos olvidar esa época de la masa y la sardina, cuando el hambre ocasionó mucho mal", añadió.
En lo que respecta al sector educativo, la presidenta del Sindicato Venezolano de Maestros (Sinvema) en el estado, Maira Marín, explicó que desde el punto de vista oficial no maneja datos sobre las renuncias del personal.
No obstante, apuntó que de acuerdo con un estudio realizado por una plataforma que maneja cifras sobre la emergencia humanitaria del país, en el territorio nacional existe un déficit de docentes de 79,3%.
"Esta es una cifra súper alarmante, nos duele mucho porque cuando un país empobrece su educación, tú me dirás, cuál es el futuro inmediato que puede tener ese país. Urge mucho ocuparnos y que las políticas públicas en educación sean atendidas de emergencia, pero necesitamos una mano, inclusive desde el punto de vista de organismos multilaterales para que podamos recuperar la calidad educativa del país".
Marín agregó que ante la baja remuneración que perciben los trabajadores del sector educativo, sumado al hostigamiento al que son sometidos, sobre todo los que están empezando a ejercer, muchos han optado por renunciar para trabajar de manera informal.
"Actualmente un docente hace comida en su casa para vender, prepara dulces, hace uñas, practica peluquería e incluso hacen trabajos domésticos. Lo hacen porque les va mejor desde el punto de vista económico. Es una realidad dura porque un docente se forma para educar y preparar a la generación de relevo de nuestro país, y por sobrevivencia se han tenido que dedicar a otras labores", acotó.
Otros de los sectores que se han visto realmente afectados es el eléctrico. Y es que entre 2013 y 2023 la nómina de empleados pasó de 1.800 a 600 en Anzoátegui.
Así lo afirmó el secretario de reclamos del Sindicato de Trabajadores del Fomento Eléctrico (Sintraelec), Miguel Mazarelli.
"Se han mantenido algunos con la esperanza de que las cosas cambien. Otros, bueno, han hecho migas con jefes que han puesto de turno, por allí hay un negocio aparte. Unos están esperando su proceso de jubilación, que en algunos casos no se dan, porque lo que pagan por jubilación es nada, ya que está anclado a salario básico 130 bolívares. Lo que más ha provocado la baja de personal son las malas condiciones de trabajo que existe, las pésimas condiciones salariales, y las malas condiciones medio ambientales, pero la que más afectada es la de los salarios que se devaluaron. Además de eso se desconocieron las convenciones colectivas a raíz de las reconversiones monetarias y el régimen hizo lo que le dio la gana, desconociendo a sindicatos de base que tenían muchos años allí", manifestó.
"El sector eléctrico es uno de los más afectados con respecto a pérdida de personal y mano de obra calificada, y no es que se le quite méritos a la mano de obra que aún queda de algunos del sector eléctrico, o los que han ingresado nuevos, sino que se destruyó la formación académica del sector eléctrico, lo que es la meritocracia también, nada de eso se ha reconocido más".
Miguel Mazarelli
Secretario de reclamos de Sintraelec
Cifras similares maneja el sector salud. De acuerdo con la información aportada por el Movimiento de Trabajadores de la Salud (Motrasalud), en la entidad oriental había 16 mil empleados activos hace 10 años, mientras que ahora hay menos del 50%.
"Sólo en el hospital había 6 mil trabajadores y ahora quedan 2 mil 998. Se han ido desde médicos y enfermeras hasta obreros en primer lugar por los bajos salarios. El segundo factor que ha influido es el maltrato que hay en la actualidad de parte de los patronos, pareciera que si no eres acosador no puedes ser jefe. El tercer motivo son los cambios en las contrataciones colectivas, como por ejemplo el horario no rotativo que se está aplicando a muchos trabajadores. Y por último, otro factor que ha provocado las renuncias son las condiciones infrahumanas en las que tiene que laborar y descansar un trabajador de la salud".
A pesar de que la industria petrolera fue el lugar deseado por muchos en Anzoátegui por sus grandes salarios y su cantidad de beneficios para la masa laboral, la crisis también llegó a este sector.
"De manera extraoficial se habla de que entre 30% y 35% disminuyó la fuerza hombre en la industria debido a la crisis brutal que estamos viviendo, la cual se expresa concretamente en el paquetazo antiobrero capitalista del gobierno de Maduro, que lo conforma el llamado programa de recuperación, crecimiento y prosperidad económica, que está implementando desde 2018. Hemos visto cómo a partir de esa fecha se ha acelerado la migración de trabajadores. Este programa aplicó el memorándum 2792 en su momento, después en 2019 aplicó lo que llaman el instructivo Onapre que no es más que la destrucción del salario, que se expresa en la no discusión de convenciones colectivas, en bonificación del salario, y aparte la criminalización de las luchas. Esto hace que haya una diáspora de trabajadores de Venezuela", comentó el secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv), José Bodas.
El dirigente agregó que algunos de los que han renunciado se han ido del país para dedicarse a otras actividades, mientras que otros han logrado conseguir trabajo con empresas transnacionales ligadas a la actividad petrolera, pero en el exterior.
Lo más lamentable es que según informó, el pasado 12 de diciembre, el diputado a la Asamblea Nacional (AN), Óscar Ronderos, en el presupuesto nacional de 2024 se incluyó un aumento salarial no mayor de 10% y un incremento de 70% en la bonificación.
En pocas palabras, la realidad del salario en el sector público no cambiará mucho de acuerdo con esta proyección. Todo esto se traduce en mayor posibilidad de que los empleados sigan abandonando el sector público por dedicarse a la informalidad o para buscar un mejor trabajo en el sector privado.
Puerto La Cruz / Jesús Bermúdez Pino