Como boca del lobo. Así es definida la autopista Gran Mariscal de Ayacucho por los vecinos de sectores aledaños. Y es que desde hace más de cinco años, esta arteria vial del sur de Barcelona tiene problemas de alumbrado público.
María Rojas señaló que la vía queda en total oscuridad desde la entrada del sector La Orquídea hasta después de Puente Gómez, situación que pone en riesgo a quienes transitan por allí.
Sostuvo que en 2019, la Gobernación del estado instaló bombillos pero no duraron ni siquiera seis meses “porque los delincuentes se los llevaron”.
Los faroles de los vehículos son los que alumbran el paso. Rojas añadió que este tramo tampoco cuenta con ojos de gato, por lo que los conductores deben manejar “a ciegas”.
El obrero Rogelio Mendoza, habitante del sector El Viñedo, manifestó que en vista de que el sitio se volvió muy inseguro, los transportistas de esa zona decidieron modificar la ruta desde hace dos años. Otros prefieren no transitarla por temor.
Robos frecuentes
Mendoza recordó que, a principios de este año, tres individuos la asaltaron en el autobús en el cual se dirigía a casa a las 7:00 de la noche. “Los malandros venían como pasajeros y aprovecharon la oscuridad de la vía para robar”, comentó.
Mencionó que la vía que conduce al peaje de Mesones se encuentra en las mismas condiciones.
Milena Pérez / Barcelona