¿Sigo o no sigo? Esa es la incógnita que se hacen a diario los comerciantes de la ciudad de Barcelona ante el incremento de los impuestos de actividad económica que implementó en el municipio Simón Bolívar desde principios de año.
El presidente de la Cámara de Comercio de esa ciudad, Wael Raad, aseguró que los pequeños y medianos agremiados no tienen incentivos para continuar laborando en la zona capitalina, porque hasta la fecha las autoridades correspondientes no han tomado en consideración la modificación de la ordenanza.
Recordó que el pasado 10 de febrero, el gremio tuvo un encuentro con miembros del Servicio Autónomo Bolivariano de Administración Tributaria (Sabat), alcaldía y Cámara Municipal para solicitar que los montos fuesen ajustados, a fin de que los comerciantes no se vieran perjudicados, pero hasta la fecha no han recibido respuesta.
Rechazó que pese a que prometieron llamarlos para anunciarles los resultados de las reuniones que habría para evaluar sus peticiones, sólo han percibido un “silencio administrativo” que los ha desmotivado.
Apego a la ley
Sostuvo que estuvieron apegados al artículo 51 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que otorga “el derecho de presentar o dirigir peticiones ante cualquier autoridad o funcionario público sobre los asuntos que sean de la competencia de éstos o éstas, y de obtener oportuna y adecuada respuesta”.
“Los pequeños y medianos comerciantes están en jaque porque no tienen la capacidad de pagar. Lo que queremos como es que los impuestos sean equilibrados, que vayan de acuerdo con la realidad económica, sabemos que el poder adquisitivo de los venezolanos es muy escaso, las ventas han caído en gran medida. Este tributo no es el único que ellos deben cancelar y por ende representa un golpe duro”, afirmó Raad.
Alertó que de no flexibilizarse la medida ocurriría un cierre masivo de santamarías, pero además se desataría la diáspora de empresarios hacia otros municipios donde la actividad comercial sea más rentable.
Barcelona / Milena Pérez