Representantes de organizaciones no gubernamentales y del sector eléctrico coinciden en que las interrupciones de luz, que se han vuelto el pan de cada día en numerosas ciudades y comunidades venezolanas, es producto del decaimiento por la falta de inversión, mantenimiento e interés gubernamental.
Según las estadísticas que maneja Jesús Armas, director de la Organización No Gubernamental (ONG) Monitor Ciudad, en 2021 se registró la menor generación de eléctrica desde 1988 y agregó que actualmente se produce 35% menos energía que en 2019, cuando se registró el apagón más grande de la historia del país, el cual se prolongó por más de seis días.
La interrupción imprevista del fluido eléctrico, ocurrida el pasado viernes en 20 estados, volvió a encender las alarmas de la ciudadanía, y los expertos en la materia insisten en que urge que el Gobierno deje a un lado las excusas y comience a reparar los daños del sistema antes de que Venezuela quede a oscuras de forma indefinida.
Miguel Massarelli, secretario de reclamos del Sindicato de Trabajadores del Fomento Eléctrico (Sintraelec) de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), sostuvo que desde la organización que representa estiman que la generación eléctrica ya está por debajo de 30% y es que el mantenimiento preventivo desapareció hace 20 años, dejando como consecuencia estaciones envejecidas y desgastadas.
Señaló que “el sistema está bastante comprometido por la gran cantidad de accidentes que han ocurrido” y si esta situación no se atiende con tiempo puede causar daños más comprometedores.
“El número de estados afectados va en aumento, y si no se invierte lo necesario, los próximos apagones pueden ser más graves. No habrá lugar para excusas o para culpar de sabotaje a las iguanas y rabipelados”, manifestó Massarelli.
Sostuvo que la falta de interés del Gobierno hacia el sector eléctrico se resume en que los empleados ni siquiera cuentan con condiciones económicas y de equipos para laborar.
Puerto La Cruz / Milena Pérez