La NBA se estrenó por todo lo alto en París, con Giannis Antetokounmpo luciendo su MVP, Michael Jordan charlando con los periodistas, Kareem Abdul-Jabbar recibiendo un homenaje y Neymar disfrutando a pie de pista, en un duelo que Milwaukee Bucks ganó (116-103) a Charlotte Hornets.
Tras casi una década en Londres, París será la nueva sede europea de la NBA "durante numerosos años", según su comisionado Adam Silver, y la mejor liga del mundo tiró la casa por la ventana para celebrarlo.
En los minutos previos hubo una conferencia de prensa del mejor jugador de siempre, Michael Jordan, propietario de los Hornets, y gran artífice de que la capital francesa tome el testigo de la británica.
'Entender otra cultura'
"Somos dos de los treinta equipos. Es muy bueno para los chicos ver y entender otra cultura. Y la gente en París ha sido increíble, intentaremos volver", declaró el legendario 23 de los Chicago Bulls ante más de 200 periodistas.
Tras las palabras del mito, la acción pasó al parquet del AccorHotels Arena, con 15.000 espectadores para un partido que recibió más de 100.000 solicitudes cuando las entradas salieron a la venta.
Antes de comenzar se respetó un minuto de silencio en homenaje a David Stern, el histórico comisionado de la NBA fallecido a principios de enero y que tenía previsto asistir al acontecimiento, según explicó su sucesor Silver. Y los himnos de Estados Unidos y Francia.
También tuvo su momento de gloria Tony Parker, el mejor jugador francés de siempre, retirado la temporada pasada con los Hornets. Fue aclamado por su gente.
"'Are you ready for the show?'",preguntó el speaker y por fin se jugó al baloncesto.
A priori el partido parecía desequilibrado, entre los Bucks, el mejor equipo actual de la NBA (39 victorias y 6 derrotas) y los Hornets (balance 15-30), que deambulan por la zona medio-baja de la conferencia Este.
Pero en un primer tramo de desacierto, el equipo de Charlotte se conectó antes y se fue en el marcador (12-4 tras 4 minutos), una ventaja que cuidó hasta el final del tercer cuarto.
En primera fila seguían el espéctaculo Neymar y Kilian Mbappé, al frente de una nutrida comitiva de jugadores del París Saint-Germain. Además del básquet, presenciaron concursos de malabares, exhibiciones de baile y de saltimbanquis. Todo un espectáculo 'made in USA'.
Jabbar, Bogues, Mutombo...
Sentado a unos metros, otra leyenda viva del básquet, Kareem Abdul Jabbar, que fue ovacionado por el público al final del primer cuarto, cuando lideró en la cancha a un grupo de leyendas que incluyó a Mugsy Bogues -el jugador más bajo de la historia de la NBA con 1,60 metros-, Dikembe Mutombo o Dell Curry, padre de la superestrella de los Warriors Stephen Curry.
Mientras en la pista el griego Antetokounmpo, que este viernes fue nombrado junto a Lebron James uno de los capitanes de los equipos del All Star, regalaba al público algunos mates marca de la casa. "¡'MVP', 'MVP'!", le gritaban desde la grada al que ya fuera jugador más valioso el año pasado.
Los Hornets, que lideraban el partido al descanso (55-50), fueron igualados en la última acción del tercer cuarto (78-78), lo que regalaba al público del AccorHotels Arena una dosis de emoción final no asegurada al principio, visto el cartel de los contendientes.
Un robo y mate de Pat Connaughton en la primera jugada del parcial decisivo dio la primera ventaja del partido a los Bucks.
Y entonces apareció Antetokounmpo para no desaprovecharla. Un 2+1 abrió una sucesión de canastas en la que lució superioridad física para finalizar con 30 puntos y 16 rebotes.
Otro día en la oficina para el fenómeno griego, esta vez en un pabellón a orillas del Sena rendido a su figura.
AFP / París