Este viernes 20 de diciembre, antes de que pudieran verse los primeros rayos del sol, comenzaron a llegar personas para hacer cola en la entrada de la empresa de encomiendas Zoom, ubicada en la calle 5 de Julio de Anaco, donde funciona una oficina de la corporación de servicios financieros Western Union que recibe remesas desde el extranjero. La escena se ha repetido durante los últimos cinco días.
"Llegué a las 5:00 de la mañana y ya entró el primer lote de personas. No sé cuánto tiempo pasaré aquí porque todo depende de cómo esté funcionando el sistema", dijo un usuario del servicio, quien prefirió omitir su nombre y conversaba con otros clientes mientras esperaba su turno para entrar, a eso de las 8:30 de la mañana.
Quienes están en la fila, conformada por al menos 30 usuarios, son discretos al momento de hablar sobre el dinero que reciben de sus familiares y alegan motivos de seguridad, pues "aunque no es mucha plata, es lo que usaremos para hacer la cena navideña y comprar algunos regalitos", tal como dijo una joven que se identificó como Carmen Rodríguez.
Y es que el dinero que regularmente envían los migrantes a sus familiares para cubrir diversos gastos, entre los que se encuentran principalmente la alimentación y la adquisición de medicinas, cobra especial importancia en la época decembrina cuando se realizan compras extras por la Navidad y la entrada del Año Nuevo.
Según investigaciones de la empresa consultora Ecoanalítica, 35% de los hogares venezolanos recibe remesas de manera frecuente u ocasional, por lo que muchas personas se encuentran familiarizadas con el procedimiento y los requisitos para recibir la plata.
"Si el monto es de 100 dólares o más te entregan las divisas. Si es menor te lo dan en pago móvil a la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV). Hace un mes vine a recoger 20 dólares que me envió mi tío desde México para completar el pago de un servicio de odontología. Tuve que poner más dinero porque en el consultorio me dijeron que tenía que pagar a tasa cambiaria promedio, pero al menos pude resolver", dijo María Prado.
Aunque el poder adquisitivo de los venezolanos ha disminuido debido a la inflación, quienes reciben remesas agradecen la ayuda que envían sus familiares. '"Si no fuera por la plata que nos envía mi hija de Estados Unidos estaríamos pasando hambre", dijo una mujer que se identificó como Ana Bolívar.
En la entrada de Zoom hay una persona que indica a los clientes cuándo deben ingresar para evitar aglomeración porque el espacio es pequeño.
Aclara que sólo se reciben envíos en dólares. "Euros no", expresa, mientras sigue recibiendo a quienes se acercan a preguntar para acceder al local.
Según las cifras que maneja Ecoanalítica, el monto estimado de remesas en el país subió de 1.300 millones de dólares a 3 mil millones de dólares en los últimos cuatro años.
Anaco / Danela Luces
