Hay 622 jóvenes formándose como sacerdotes en Venezuela y no todos serán consagrados al final de los ochos años de estudios, pero, ni dando sotanas al 100 % de los estudiantes se cubrirían las 1.136 parroquias del país, donde la fe católica va en caída, igual que en los seminarios, hoy con matrículas mermadas, reseñó la agencia EFE que notó que muy pocos muchachos toman la iniciativa de formarse como líderes religiosos de iglesias tradicionales.
Hace apenas seis años, los 21 seminarios acogían a 1.425 futuros curas, un total que se redujo a menos de la mitad debido a un sexenio de recesión económica y a la migración masiva, que también se tradujo en iglesias menos concurridas y salas de oraciones vacías.
La nación caribeña, mayoritariamente católica, no escapa de la tendencia apóstata que se observa en toda Latinoamérica, el vasto territorio que ha pasado siglos rezando a las vírgenes que trajeron los europeos.
Pero la fe resiste como la miel y aún hoy endulza a decenas de jóvenes que atienden “la llamada” de Dios, aunque en Venezuela cada vez menos atiendan a esa vocación.
Caracas / Redacción Web