El 9 de enero de 2023 marcó el reinicio de las protestas en el estado Anzoátegui. En estos primeros tres meses hubo jornadas de reclamos por diferentes motivos: fallas en el servicio eléctrico, deficiencias en el sector salud, falta de agua, entre otras razones.
Sin embargo, lo que originó una mayor cantidad de protestas en el estado y el país en general fueron los bajos salarios que se perciben en la administración pública.
Según dirigentes sindicales de la entidad, las calle calientes estarán igual en abril.
¿Quienes fueron los principales promotores de las protestas? No hay dudas de que los docentes llevaron la batuta en este tiempo.
No se puede ocultar ni minimizar el hecho de que trabajadores de otros sectores (salud, industria petrolera, electricidad, agua, universidad) también organizaron jornadas de reclamo para exigir mejores sueldos y restitución de los beneficios socioeconómicos, pero los que impulsaron el mayor número de protestas fueron los profesionales de la enseñanza.
Y es que sólo en Anzoátegui, los docentes participaron en más de 15 jornadas de reclamo, concentraciones, caminatas, "cacerolazos", cadenas humanas, "grafitazos", asambleas y hasta viacrucis simbólicos, desde el 9 de enero hasta la fecha.
Algunas fueron encabezadas por el gremio de educación, mientras que en otras la convocatoria vino de parte de trabajadores y jubilados de otros sectores, y simplemente los maestros se unieron.
Algo que llama la atención es que la mayoría de las protestas ha tenido como punto inicial de concentración la Plaza Bombón de Barcelona y, cuando han marchado desde otro lugar, casi todas han terminado en las inmediaciones de la gobernación del estado.
Una de las manifestaciones más destacadas fue la cadena humana realizada por los trabajadores del sector educación, el pasado 14 de febrero, la cual tuvo como punto de partida el puente Monagas de la ciudad capital y se extendió hasta la pasarela de Boyacá.
Otra de las protestas curiosas en estos tres meses fue la marcha fúnebre que realizaron los trabajadores públicos para simbolizar el entierro del salario. Esta actividad no fue impulsada por los docentes, sino por la Federación de Trabajadores del estado Anzoátegui (Fetranzoátegui). Sin embargo, varios profesionales de la enseñanza se unieron a la jornada de reclamo.
Mientras tanto, el 30 de marzo, a pocos días de darse el inicio de la Semana Santa, los empleados del sector Educación sorprendieron a todos, una vez más, con una protesta creativa. En esta oportunidad realizaron un viacrucis simbólico y no sólo exigieron mejores salarios, sino que también rechazaron la corrupción en el país.
En todas estas actividades de calle, los docentes y demás trabajadores del sector público han mostrado pancartas y gritado consignas alusivas a sus reclamos. No obstante, la frase más cantada en todas las manifestaciones fue "Salario justo ya".
Pese a la gran cantidad de manifestaciones llevadas a cabo desde principios de año, los resultados no han sido los esperados por los docentes.
Y es que al día de hoy, los profesionales de la enseñanza siguen percibiendo los mismos salarios establecidos por el Estado en marzo de 2022.
Según datos suministrados por el Sindicato Venezolano de Maestros (Sinvema), el docente que menos gana devenga un sueldo de Bs 264,69, es decir un poco más de 10 dólares.
Mientras que el maestro tipo VI -el que más gana- percibe un total de Bs 450,70, lo cual no es ni $20 al mes. Estos montos aplican sólo para los profesionales que laboran 40 horas a la semana.
En el caso de los docentes que laboran 53 horas a la semana, el salario más bajo es de Bs 352,90, mientras que el más alto es de Bs 600,89, es decir, unos 24 dólares al mes.
A simple vista estas cifras son insuficientes si se comparan con el monto de la Canasta Alimentaria Familiar divulgado por el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), el cual se ubicó en Bs 11.873,34 ($482,26) en febrero del corriente.
La falta de respuesta en cuanto al tema salarial de parte de las autoridades, ha obligado a muchos profesionales de la educación a realizar otras actividades para poder generar ingresos necesarios para subsistir.
Por ejemplo, la docente María de Peche cose zapatos en las tardes desde hace tres años, justo cuando llegó la pandemia de Covid-19 al estado Anzoátegui.
Cuenta que en la actualidad realiza este oficio en horas de la tarde, ya que en las mañanas va a la escuela donde trabaja a dar clases.
Señaló que cuando las personas de su comunidad no tienen dinero para pagarle por el servicio de costura, lo hacen con alimentos de la cesta básica, tales como harina de maíz preocida, arroz o pasta.
"Decidí emprender en esto por los bajos salarios que se perciben en el sector educación, porque es agobiante lo que está pasando un maestro con este salario de miseria. Un docente debería ganar, mínimo, 850 dólares para poder cubrir gastos de alimentos, medicamentos, entre otras cosas", comentó la profesional.
De Peche agregó que hace 20 años, cuando comenzó a dar clases, sólo hacía suplencias y "con lo que ganaba me alcanzaba para cubrir al menos la mitad de la cesta básica, y estaba tranquila. Ahorita llevo siete años como docente fija y es lamentable que uno tenga que hacer magia con lo que gana. Es muy triste lo que estamos pasando".
Otra maestra consultada, quien prefirió no revelar su identidad por miedo a perder su empleo, expresó que en la actualidad se dedica a la bisutería y sublimación de franelas porque tampoco le alcanza el sueldo que devenga en la escuela, donde ejerce la profesión.
Apuntó que de lunes a viernes ofrece la mercancía desde su casa, mientras que los fines de semana se va a la calle a exponer sus productos para intentar vender más.
Maira Marín, presidenta de Sinvema en Anzoátegui, lamentó que en el estado haya tantos casos de docentes que se ven obligados a complementar su ingreso mensual con alguna actividad extra.
"La solución no es que yo me vaya a rebuscar, como dijo la ministra de Educación (Yelitze Santaella). La idea es, señora ministra, que se canalicen a través del Ministerio de Finanzas, los recursos para pagar los salarios que corresponden a los docentes y restituir sus beneficios económicos, porque yo estudié para ser educador, yo fortalecí mi formación docente para enseñar, no para rebuscarme con un oficio. No es que sea indigno, sino que yo me formé para ser una profesional de la educación. Las demás labores, si las hago, que sea porque me agrada, no por necesidad. Yo conozco docentes que están limpiando casas. Eso no se hace por voluntad propia, sino por necesidad. Entonces cómo la ministra va a mandar a los docentes a trabajar dos días y que se rebusquen tres días. Eso es irrespetuoso para un profesional", enfatizó.
La dirigente mostró su descontento, además, con el hecho de que aún no han logrado un salario justo para los profesionales de la enseñanza.
"Lo único que ha pasado en estos tres meses es que el gobierno, de manera unilateral, decidió colocar un bono de guerra equivalente a 30 dólares mensuales que, de alguna manera, han paliado la situación, pero igual no es suficiente porque la canasta básica está casi en 500 dólares. Sin embargo, se espera que a partir del 11 de abril, aparentemente, se reinicien las conversaciones con el Ministerio de Educación para darle seguimiento a todos los problemas que hay en el sector", añadió.
Marín señaló que en esas mesas no sólo tienen previsto abordar el tema salarial, sino también los beneficios socioeconómicos que tenían y fueron suspendidos, supuestamente porque no había recursos, la rehabilitación de las escuelas, la activación de seguro médico y servicio funerario, entre otras cosas.
Otro de los aspectos que se hizo presente durante estos tres meses fue la supuesta persecución que están sufriendo los docentes desde que empezaron a unirse a las protestas por mejores salarios.
Esta situación ha sido denunciada principalmente por dirigentes sindicales en el estado Anzoátegui.
"A mí me tocó visitar 37 planteles por esta situación, además recibí cientos de llamadas donde me amenazaban y agredían verbalmente. Muchos compañeros también fueron amenazados con levantarles expedientes por participar en protestas. Eso es una violación a los derechos laborales y humanos. Por eso fuimos a los centros educativos a brindar acompañamiento y asesoría a los docentes", acotó la presidenta de Sinvema en el estado.
Lo cierto es que el 9 de abril se cumplieron tres meses de esta lucha del sector educativo. Habrá que esperar a ver si realmente obtendrán respuesta satisfactoria en los próximos días.
"Algo positivo en toda esta lucha es que ya el docente está más apropiado y se defiende a sí mismo, aunque persiste el miedo y ellos más allá de cuidar su salario, cuidan su tiempo de servicio, ya que hay docentes que están a punto de jubilarse. Sin embargo, seguimos luchando porque es un deber"
Maira Marín - Presidenta de Sinvema-Anzoátegui
Puerto La Cruz / Jesús Bermúdez Pino
