Ismael (nombre ficticio) contrajo el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) a los 19 años. Hoy tiene 21 y ha visto cómo su calidad de vida se ha deteriorado en los dos últimos años, pero no por la infección en sí, pues gracias a los avances médicos ésta es controlable, sino por la escasez de tratamiento.
El programa regional de prevención del VIH/Sida, que atiende a más de 3 mil personas con la enfermedad en la entidad, presenta fallas desde 2014, señaló Mildret Bolívar, presidenta de la Organización No Gubernamental (ONG) Anzoátegui Sin Sida.
Pero es en 2017 cuando la crisis llegó a su máxima expresión: de los 27 medicamentos que distribuye el Ministerio de Salud sólo hay inventario de tres (escasez de 90%) y alcanza para ser suministrados hasta enero de 2018.
Bolívar sostiene que el estado Anzoátegui es uno de los pocos que se ha visto “menos afectado” por la falta de fármacos, situación generalizada en todo el país, e indica que hay pacientes que tienen tres meses sin recibir su esquema de tratamiento, cuando en otras entidades tienen seis meses y hasta un año sin la medicación.
Ismael tomó por 22 meses, con interrupciones momentáneas, el mismo medicamento. No obstante, en octubre de este año, su esquema de tratamiento debió ser cambiado porque el fármaco escaseó.
El nuevo antirretroviral indicado sólo pudo tomarlo un mes. “En diciembre no recibí mi tratamiento porque no había y no sé cuándo llegaré a recibirlo de nuevo porque me dijeron que no había más”.
El agotamiento de los inventarios de este tipo de fármacos se debe a que desde el Ministerio de Salud no se han firmado las órdenes de compra al fondo estratégico de medicamentos de la Organización Panamericana para la Salud (OPS), de acuerdo con Jonathan Rodríguez, presidente ONG Stop VIH.
Rodríguez explicó que el trámite, desde que se emite el pago hasta la recepción de las medicinas, tarda seis meses, por lo que el mismo debió hacerse a finales de año.
“Si el procedimiento se iniciara ahorita, es en medio año que estarían disponibles los medicamentos, lo que quiere decir que en los próximos meses vamos a presenciar cómo la calidad de vida de las personas con VIH se sigue deteriorando en Venezuela”, afirmó el activista.
Más allá de los antirretrovirales
Cuando se suspende la terapia antirretroviral, el virus se sigue multiplicando en el cuerpo del paciente y, a la vez, sus defensas van a disminuir, y el sistema inmunológico va a quedar totalmente debilitado, lo que genera que aparezcan infecciones y el cuadro de la persona se complique e incluso, que se presente resistencia a la medicación, manifestó la presidenta de Anzoátegui sin Sida.
A esto se suma la falla masiva de antibióticos. “Tienes un grupo de personas con VIH con infecciones oportunistas como neumonía, salmonella, candidiasis, toxoplasmosis, citomegalovirus y tuberculosis que se están muriendo en los hospitales porque no hay antibióticos para tratarlos”, señaló el vocero de Stop VIH.
Hacerle seguimiento a la enfermedad, por otra parte, “es casi imposible”. Desde 2014 también hay escasez de reactivos para pruebas de laboratorio para diagnosticar el virus, a fin de determinar la carga viral y analizar las CD4, células esenciales del sistema inmunitario.
“Tengo dos años con esta condición y sólo me he podido hacer estas pruebas una sola vez. Yo estoy tomando medicamentos y yo no sé cómo voy. Estoy a la buena de Dios. Por la escasez te ponen otro medicamento, pero no sabes si te va a caer bien o mal y si te vas a mejorar y, aparentemente, nunca lo vamos a saber porque no hay constancia ni seguimiento a la condición del paciente”, comentó Ismael.
Los voceros de las ONG Anzoátegui Sin Sida y Stop VIH, coinciden en que la crisis alimentaria que vive el país ha influido también en las personas con VIH y señalan que los estados de desnutrición y de desgaste físico son muy marcados.
“En el tema de la alimentación, a un paciente con VIH no le puede faltar la proteína en sus comidas, alimentos como el pollo, la carne y el pescado, que actualmente es un lujo comerlos y que lamentablemente no se encuentran en la mesa de los venezolanos”, sentenció Ismael.
Fuera de control
Jonathan Rodríguez aseguró que la epidemia del sida en Venezuela está fuera de control.
“No hay antirretrovirales; no hay reactivos, no hay fármacos para tratar la afecciones asociadas a la enfermedad, no hay fórmulas lácteas para alimentar a los hijos de madres con el virus, no hay estudios epidemiológicos para conocer qué cantidad de personas están infectadas y no hay campañas de prevención. El juego está trancado”, expresó.
Falta de activismo
Mildret Bolívar, presidenta de la Organización No Gubernamental (ONG) Anzoátegui Sin Sida, expresó que la entidad “está en pañales” en cuanto a la reivindicaciones al derecho a la salud de los pacientes con VIH. “Pese a que hay organizaciones civiles trabajando, los pacientes no se quieren involucrar en actividades para evitar ser identificados y discriminados”, sostuvo.
Dayana Figueroa / Puerto La Cruz / El Tiempo