Columbine recuerda a las 13 víctimas del primer tiroteo masivo ocurrido en una escuela de EE.UU., hace 25 años, al tiempo que se realiza en esta ciudad de Colorado la edición anual de la feria de armamento en la que los dos agresores escolares compraron sus rifles.
Poco antes de la masacre, ambos alumnos de la secundaria de Columbine adquirieron en la exposición Tanner Gun Show, sin necesidad de documentos para verificar su identidad o edad, las armas con las que mataron a doce compañeros y un maestro antes de suicidarse cuando se vieron acorralados por la policía.
Indignado por la realización del Tanner Gun Show durante el luctuoso aniversario, Tom Mauser, padre de uno de los alumnos muertos, puso su queja ante la Oficina de Prevención de Violencia con Armas de Fuego de la Casa Blanca.
Pero esa es apenas otra de las frustraciones de los familiares de las víctimas de estos asaltos, que han logrado poco con los políticos para prevenir estas tragedias.
Tras el tiroteo de Columbine, ciudad al oeste de Denver, Estados Unidos aprobó en el 2000, por voto popular, una ley limitando la venta irrestricta de armas de fuego en las ferias, y, en 2012, Colorado promulgó otra iniciativa implementando “revisión de antecedentes” para toda compra de armas.
Sin embargo, la pesadilla de Columbine se ha multiplicado en las aulas del país, con más de cuatrocientos tiroteos como los de Newtown (Connecticut), Parkland (Florida) y Uvalde (Texas).
En marzo pasado, la Academia Estadounidense de Pediatría determinó que entre 1997 y 2022 hubo 1.453 incidentes con armas de fuego en las escuelas, con un máximo de 328 incidentes en el año escolar 2021-2022.
Esta fecha es “una poderosa oportunidad para que toda la comunidad, a nivel local y nacional, se reúna para reflexionar sobre todos los fallecidos y las innumerables familias cuyas vidas fueron transformadas para siempre por la horrorosa violencia del 20 de abril de 1999”, dijo a EFE Eileen McCarron, portavoz de la organización Colorado Ceasefire (Alto el Fuego).
“Tenemos que mirar al pasado para luego mirar al futuro con un mensaje de esperanza. El enfoque sigue siendo recordar a quienes perdimos aquel día”, agregó.
Sin embargo, según el investigador R. Thomas Day, a cargo del informe de la Academia Estadounidense de Pediatría, el promedio de víctimas fatales en tiroteos masivos creció de 7,6 antes de 2012 a 14 desde 2013 hasta el presente. Desde 1999 han muerto 122 estudiantes y 126 más han resultado heridos.
Day además reconoció que las iniciativas para prevenir tiroteos escolares “no han funcionado”. “Hubo más tiroteos escolares en los últimos cinco años del estudio que en los 20 años anteriores combinados”, explicó en su estudio.
“De hecho, estas intervenciones, sin darse cuenta, están dañando a los niños al inducirles traumas y al hacer que innecesariamente los jóvenes estudiantes estén en contacto con las autoridades”, comentó.
Day agregó que “los niños a menudo se ven expuestos a escenarios traumatizantes que incluyen sangre falsa, disparos cargados con balas de fogueo y la pretensión de que estos simulacros son agresiones reales”.
Denver / EFE