Siete dólares mensuales. Pese a los constantes incrementos del salario mínimo en Venezuela, su valor en dólares sigue siendo el más bajo de toda la región. Es inferior, incluso, que el de Cuba y Haití, países a los que tradicionalmente el Gobierno chavista envía petróleo en el convenio de PetroCaribe.
El salario mínimo de Venezuela tuvo su segundo ajuste del año apenas el pasado 29 de abril. Pasó de 18.000 bolívares a Bs. 40.000. Ello sin contar el valor del cestaticket que, según el decreto N° 3.829 publicado en la Gaceta Oficial N° 6.452 Extraordinaria de fecha 25 de abril de 2019, se ubicó en Bs. 25.000.
Sin embargo, sigue siendo insuficiente para hacer frente a la hiperinflación y a la devaluación de la moneda nacional. Los precios durante abril subieron a un ritmo de 44,7%, de acuerdo con la Asamblea Nacional (AN), y el dólar también aumentó su valor en el mercado paralelo.
Actualmente el salario mínimo de Venezuela representa 6,93 dólares si se calcula a la tasa no oficial; y $7,68 correspondiente al valor del Dicom, administrado por el Banco Central de Venezuela (BCV).
La cifra está por debajo del límite de pobreza extrema fijado por el Banco Mundial en ingresos menores a 1,9 dólares diarios. Por un día de trabajo, un venezolano que depende del salario mínimo apenas percibe 20 centavos de dólar.
Con un salario tan bajo los venezolanos no pueden ni siquiera tener acceso a los alimentos más básicos, como los que componen la Cesta Básica Alimentaria. Ésta, estima la AN, alcanzó un máximo de Bs. 1.171.732 el mes pasado.
“Con salarios tan bajos la sociedad venezolana está condenada a una especie de trampa de pobreza porque quienes lo reciben no tienen acceso para cubrir sus necesidades fundamentales”, advierte el economista Leonardo Vera en conversación telefónica con Efecto Cocuyo.
Caracas/ Redación web