Racing Club, uno de los cinco “grandes” del fútbol argentino, conquistó el domingo su noveno título de liga en el profesionalismo al igualar 1-1 a domicilio con Tigre en una dramática definición a falta de una jornada para el cierre del certamen.
La "Academia" mantuvo la diferencia con su escolta, Defensa y Justicia - al que recibirá en la última fecha de la Superliga- que igualó agónicamente en casa 1-1 ante Unión de Santa Fe en un partido disputado en simultáneo.
El equipo dirigido por Eduardo Coudet había llegado a la 24ta fecha del torneo con una ventaja de cuatro puntos sobre Defensa y Justicia, por lo que le bastaba replicar en el resultado que obtuviera el “Halcón” para ser campeón.
En el estadio José Dellagiovana, Racing se puso en ventaja por conducto de Augusto Solari, a los 57 minutos. Tigre, que está en zona de descenso pero aún sueña con la permanencia, igualó en el cuarto minuto de tiempo añadido, con un tiro libre convertido por Lucas Rodríguez.
En tanto, en la localidad de Florencio Varela, Unión derrotaba a Defensa y Justicia con un tanto de Augusto Lotti, a los 90, pero el conjunto de Sebastián Beccacese rescató un punto con un tanto de tiro libre del paraguayo Matías Rojas, en el octavo minuto del tiempo de descuento.
Los goles en ambas canchas sobre el final tiñeron de dramatismo la tarde del domingo, ya que un gol más de Defensa y Justicia o una victoria agónica de Tigre hubieran estirado la definición a la última fecha, en un enfrentamiento directo entre la "Academia" y el "Halcón".
“Fuimos justos campeones, porque sostuvimos el primer lugar desde la cuarta fecha. Tenemos un gran equipo, un gran grupo. Armamos algo muy bueno y terminó con un final feliz. Hay que felicitar a Defensa y Justicia porque nos hizo mejores, hicieron un gran campeonato”, declaró “Chacho” Coudet.
El extécnico de Xolos de Tijuana obtuvo su primer título en su corta carrera como entrenador, tras haber sido dos veces subcampeón de la Copa Argentina con Rosario Central.
Por su parte, Solari –sobrino segundo del exentrenador del Real Madrid Santiago Solari-, afirmó acerca del gol del campeonato: “La definición es algo que he mejorado mucho en el último tiempo; como volante ofensivo el ‘Chacho’ quiere que pise el área y así pude convertir varias veces. Este gol es más que especial, por supuesto”.
Cuando peor la pasaba, Racing encontró el gol del título. A los 57 minutos, el arquero Gonzalo Marinelli falló al intentar sacar por encima del travesaño un remate de Matías Zarachol, y Solari –un paso adelantado- arremetió para mandar la pelota a la red.
En el primer tiempo, la visita había estado más cerca de romper el cero, en particular en dos jugadas: un tiro en el palo de Darío Cvitanich y un disparo de Lisandro López, que Marinelli desvió de gran forma.
Con Tigre golpeado y el marcador a favor, la “Academia” tuvo varias chances para liquidar el pleito, la más clara una “vaselina” de López que dio en el travesaño. Sin embargo, terminó sufriendo por su ineficacia y por la reacción del local.
El técnico Néstor Gorosito realizó cambios ofensivos que terminaron dando resultado: el tiro libre que convirtió Rodríguez, un remate que se le escurrió al al arquero nacionalizado chileno Gabriel Arias, dejó al “Matador” a dos puntos de Patronato de Paraná, al que debe sobrepasar para evitar el descenso.
En Florencio Varela, Defensa y Justicia fue claro dominador de las acciones ante Unión, pero careció de profundidad. Y en una contra, el sustituto Lotti –a préstamo de Racing- tocó al gol. En la última jugada del partido, el empate de Rojas trajo algo de justicia al marcador.
No solo eso, al mismo tiempo despertó los fantasmas en los jugadores de Racing, ya que todavía quedaban un par de minutos por disputar en Victoria y un gol de Tigre frustraría su festejo al menos por una semana. El silbato final de Néstor Pitana desencadenó una explosión de alegría que se extendió luego por las calles de Avellaneda y Buenos Aires, con epicentro en el Obelisco.
De esta manera, Racing celebra la obtención de su segundo título de liga en apenas cinco años, algo que no ocurría desde la década de 1960.
El conjunto de Avellaneda, que logró nueve cetros como amateur pero, a partir de 1966 vivió una época oscura de 35 años sin ser campeón a nivel local, se calzó la corona de la Superliga como consecuencia de una extraordinaria campaña en la que sumó 17 victorias, cinco empates y tan solo dos derrotas en 24 partidos. Es además el equipo con más goles a favor (42) y con menos tantos encajados (15).
La principal figura del campeón fue su capitán y emblema, “Licha” López, convertido a sus 36 años en el máximo artillero del certamen, con 17 goles. Coudet no ahorró elogios para “Licha” una vez consumado el título: “Nos regaló el corazón”.
El plantel de la “Academia” incluyó a tres extranjeros, además del nacionalizado Arias: los chilenos Marcelo Díaz y Eugenio Mena, y el colombiano Mateo Casierra.
Argentina/ AP