Ni siquiera un día frío y lluvioso impidió que Carlos Santana irradiara con su alegra sonrisa.
El primera base dominicano de los Indios juró como ciudadano estadounidense este viernes, acompañado por otras 83 personas, mientras sus dos jóvenes hijas se peleaban por su atención. Acto seguido, Santana se mostró orgulloso.
"Gracias Cleveland, por darme una oportunidad”, dijo Santana. “Este es mi residencia, mi ciudad y estoy orgulloso y feliz por ello. Gracias a Dios soy estadounidense”.
Santana dejó Cleveland al firmar como agente libre con Filadelfia tras la temporada de 2017, y regresó tras un canje en diciembre. Confiaba en festejar su memorable día conectando un jonrón la noche del viernes, pero el inicio de la serie de los Indios contra los Bravos de Atlanta fue pospuesto por la lluvia. Los equipos disputarán una doble cartelera el sábado, a partir de las 4.10 de la tarde.
Santana y su compatriota Hanley Ramirez recientemente completaron el examen obligatorio para obtener la ciudadanía. Antes que Santana prestara juramento, el juez Thomas M. Parker pidió a los nuevos ciudades que observaran a los demás en la sala.
“Miren”, dijo Parker. “Noten la diversidad en este grupo de gente. Es una preciosa imagen”.
Santana, quien ha tenido un robusto inicio de la temporada con los Indios, reconoció que estuvo nervioso cuando llegó a Estados Unidos por primera vez tras firmar con los Dodgers de Los Ángeles en 2004.
“Estaba bien nervioso al llegar”, contó. “Pero ahora todo es positivo y estoy súper feliz”.
Cleveland / AP