Si hay una posición en la cual el Deportivo Anzoátegui (Danz), elenco de la Primera División del fútbol profesional venezolano, está bien resguardado es la de portero.
Cuando los delanteros rivales vienen endemoniados, Ángel Hernández opaca sus intenciones y les ahoga el grito sagrado, porque su experiencia lo ha consolidado como un cancerbero de calidad certificada. Desde Puerto La Cruz, trabaja bajo la premisa de ejercer un rol de líder en el camerino.
Su complemento es Rafael Ponzo, quien hasta a España exportó su talento, siendo ahora uno de los arqueros de más recorrido que juegan en la nación, con una palabra que tiene peso cuando de expresar consideración se trata. Ambos custodiarán al club dos veces campeón de Copa Venezuela, haciendo de maestros para la juventud, quienes atentamente siempre los escucharán.
Campeón con Monagas, autor de memorables atajadas como miembro de la Academia Puerto Cabello, querido en cada escenario que pisa e íntegramente entregado a una labor titánica bajo los tres palos, el capitalino está seguro del pundonor como característica definitoria del cuadro oriental, que el pasado sábado empató 0-0 con Lala en duelo válido por la jornada dos del Torneo Apertura 2019, teniéndolo como figura en tarea de mantener la valla inmaculada.
“Somos un equipo joven, que se reforzó con jugadores quienes vienen de Segunda División, y con otros que no tenían tanto rodaje en Primera, pero que ven en esta una gran posibilidad para trascender profesionalmente, con mucha hambre de gloria. Ellos buscarán aprovechar las oportunidades, para así cumplir los objetivos que como familia nos hemos trazado”, dijo Hernández al departamento de prensa del Danz.
Tridente experimentado
David McIntosh, José David Moreno y él componen al tridente que lidera, desde el verbo y con acciones, a un grupo batallador, quienes con sus brazos abiertos recibieron a Paolo Chacón, José Castillo y Wilber Bravo, recientes incorporaciones.
Hacerse fuertes como locales es la premisa de un cuadro que se refugia en su gloriosa historia, preparándose para vivir un semestre lleno de muchos retos con el Danz.
“Tenemos el deber de transmitir confianza y demostrar tranquilidad. Estamos en el proceso de engranaje, y con el pasar del tiempo el equipo seguirá acoplándose más. Nuestra gran meta es consolidarnos deportivamente”.
Agradece el respaldo
Hernández valoró contar con la presencia de Ponzo, en una combinación de guantes con muchísimo bagaje.
“Es un gran tipo, que nos aportará bastante en el camerino. Hemos tenido que adaptarnos hasta a las pelotas, porque en Acarigua jugamos de noche con un balón que está diseñado no precisamente para partidos nocturnos”, agregó el cancerbero de 38 años.
Por segunda temporada seguida, Hernández intentará mantener la continuidad ganada a lo largo de los últimos años, válida no solamente para ser considerado como un guardameta que ofrece seguridad, sino como alguien referente en dicha posición.
Puerto La Cruz / Prensa Danz