Fatal y malísima. Fueron las palabras que utilizaron vecinos del barrio Sierra Maestra de Puerto La Cruz para referirse a su situación de seguridad.
Los integrantes de esta comunidad, agrupados en 2.000 familias, colocan rejas en puertas y ventanas, para evitar que los ladrones se metan en sus casas y negocios, pero no siempre lo logran.
Entre las víctimas de la delincuencia se cuenta la comerciante Luisanny Medina, de 35 años de edad. Ella contó que en un año, ladrones con tapabocas se metieron tres veces en su panadería, ubicada en la calle Democracia.
Medina indicó que la primera vez, a las 6:00 de la mañana, cuatro sujetos, con el pretexto de preguntar por el precio de unos tequeños, entraron en el local. El grupo sustrajo mercancía y se la llevó en una camioneta.
En el otro par de robos, cometidos de noche, los malandros rompieron el techo de asbesto del negocio.
En todos los atracos, los individuos cargaron con dinero, harina de trigo, café y aceite.
El lugar es frecuentado por un hombre llamado José Gregorio, en situación de calle, quien pide comida y agua. Lo malo es que se orina encima y se pone hediondo.
“Nos dejaron en la bancarrota” expresó la comerciante Judith Malavé, quien tiene una bodega en la misma vía.
Esta sexagenaria refirió que hace un año se metieron- posiblemente un niño, guiado por adultos- por espacios angostos de la reja de su local.
Los sujetos cargaron con Mazeite, café, harina precocida de maíz, leche, mantequilla, mayonesa y refrescos.
ASESINARON A UN INGENIERO
El ingeniero eléctrico Rainer Eduardo Taylor Sierra, de 79 años, fue golpeado y estrangulado durante la ejecución de un robo, el 16/4/ 2018, en su apartamento de Residencias Génesis, en el barrio Sierra Maestra de Puerto La Cruz. El profesional era nativo de Cartagena, Colombia, de donde se vino en 1976 para Venezuela en busca de una mejor calidad de vida.
La policía científica capturó a los presuntos homicidas, identificados como Abraham Bellorín Rengel (22), Jhony Bellorín Rengel (18) y Andri Rodríguez (18) en la calle Benítez del sector contiguo Bello Monte. Ahí, detectives recuperaron una laptop, los teléfonos y otros objetos de Taylor. Por el crimen del ingeniero quedó solicitada una estudiante, a quien, al parecer, Taylor le daba clases particulares.
Malavé y sus parientes estaban dormidos. “Si estamos despiertos, a lo mejor nos matan” dijo la señora.
Ellos siguieron trabajando, gracias a un vecino que les fío mercancía.
Judith dijo que la vía está en penumbra. Una vecina mandó a poner un foco frente a su vivienda.
La señora mencionó que al único funcionario policial que vio en el sector fue a uno que residía en la parte alta de Sierra Maestra.
“Nosotros mismos nos cuidamos. Si vemos a extraños o un carro que pase de seguido por las vías, nos llamamos por teléfono para dar el alerta ”.
Judith afirmó que su barrio era sano, pero hace una década comenzó a echarse a perder. A su juicio, “la seguridad está fatal en Sierra Maestra” .
“A mí no me han robado porque no tengo dinero, ni objetos de valor. Trabajo de lunes a lunes, pero lo que gano apenas alcanza para medio comer”.
Jesús Torres
Obrero de la Cosntruccón
Malavé añadió que sujetos se metieron en el patio de la casa de su hermana, la educadora María Malavé, ubicada en la calle La Cruz, de donde sustrajeron dos bombonas a gas de 18 kilogramos.
Igualmente, en la vivienda de su pariente Luis Escalona, para hurtar una bicicleta. También se llevaron un par de cilindros a gas de 43 kilos del domicilio de su vecino, el mecánico Santiago Rodríguez.
A una muchacha que estaba cerca de una panadería, dos motorizados le robaron el celular. A otra la despojaron del teléfono y un par de zarcillos.
Judith refirió que, hace un año, los ladrones violentaron una reja para cargar con la consola del equipo de aire acondicionado del preescolar de la Unidad Educativa Madre María Mazzarella.
En la calle Bella Vista reside la cocinera América Rangel (41), quien expresó que un 1º de mayo, un malandro con una pistola se metió en su casa.
El hombre sometió a su hija, la vendedora Katherine Rangel (22) y a su hermana, la obrera de mantenimiento María Eugenia Rangel (32). A una le quitó una tablet y a la otra un celular. El ladrón huyó en una moto que guiaba un secuaz.
La pariente de María, el ama de casa Yolanda Moreno (59) dijo que antes oían disparos procedentes del cerro que limita con la barriada Bello Monte. “En los últimos dos años ha estado tranquilo, ojalá siga así”, dijo.
“Estamos caóticos de todo. La luz se va por dos y tres horas. Ahorita tenemos siete días sin agua”.
Frente a la casa, estas mujeres tienen un tanque de agua con capacidad para 900 litros. A veces lo llenan los choferes de camiones cisternas de la Alcaldía del Municipio Sotillo.
1 DISPARO
De escopeta en la cabeza bastó para segarle la vida a Jhonny Alberto Padrino Guevara (31 años), el 11/12/2019, en la calle La Marina del sector portocruzano Sierra Maestra. El hombre fue tiroteado al sostener una discusión con uno de sus acompañantes, dentro de su rancho de zinc. Una fuente declaró que Padrino poseía registros por robo y hurto. Además, estuvo detenido en los calabozos de la Policía Municipal de Sotillo (Polisotillo).
Para agradecer la colaboración de los cisterneros, ellas, al igual que otros vecinos, les dan un dólar, dos paquetes de harina de maíz o de arroz.
En cuanto al aseo urbano, Yolanda y América precisaron que en 2007 los camiones que recolectaban la basura dejaron de entrar a la comunidad.
Por eso, los residentes tienen que llevar las bolsas de desperdicios hasta la avenida Intercomunal Jorge Rodríguez, por donde si prestan el servicio a diario.
En la calle Andrés Eloy Blanco, en la subida del sector Las Trincheras, vive el albañil Juan Carlos Natera (45), quien contó que lo han asaltado dos veces.
“Desde la colina bajaron nueve adolescentes con pistolas, quienes me robaron un equipo de sonido, una colchoneta y dos edredones”.
Natera agregó que a los meses compró otra planta de sonido y se la robaron tres individuos armados con una subametralladora UZI.
Aun así, el hombre aseguró que el índice delictivo ha disminuido en el último lustro en la barriada. Acotó que los oficiales de la Policía del estado Anzoátegui (Polianzoátegui) hacen patrullaje todos los días.
En la calle La Cruz habita el ama de casa Luisa Farías (40), quien relató que en una ocasión dejó entrejunta la puerta de la casa. Cuando ella fue al patio, alguien entró para hurtar su teléfono, un par de zapatos y la plancha de ropa.
El andamiero desempleado Abraham Molina (45) recordó que, en 2014, un azote apodado “el gato volador” le robó un par de zapatos y la cartera. A otro residente lo despojó del reloj.
En cambio, su vecino, el arpista Enrique Farías (77), afirmó que ha tenido la suerte de que nunca lo hayan atracado.
Molina dijo que, pese a todo, ahora Sierra Maestra está más tranquilo, pues a unos malandros los pusieron presos y a otros los mataron.
De lo que se quejó fue de la oscuridad en que se encuentra su calle, la 1º de Enero, al igual que otras.
Molina señaló que la alcaldesa del municipio Sotillo, Herminia García, rehabilitó la cancha del sector Barrancón, pero quedó en veremos la reparación de la instalación deportiva contigua a las Escuelas María Guzmán de Marcano y Monseñor Juan Miguel Lárez
Jorge García (19), estudiante de Ingeniería Civil, aseveró que la seguridad está malísima en Sierra Maestra, pues unos rufianes saltan de patio en patio para adueñarse de todo.
“Si yo dejo esta bicicleta en el solar, es triste, pues ladrones se la llevan y la desaparecen”.
El joven refirió que, recientemente, varios vecinos vieron a unos motorizados en la vía y se escondieron rápido para evitar que los asaltaran.
PATRONA VENERADA
El técnico en máquinas de escribir, jubilado, José Zabala (86), nativo de Juan Bautista o Valle de San Juan, estado Nueva Esparta, lleva 60 años residenciado en la calle 23 de Enero, cruce con Leonardo Ruiz Pineda, en el sector portocruzano Sierra Maestra.
El señor está casado con la maestra Omaira Noriega de Zabala (75). Ambos pudieron educar a sus nueve hijos, quienes se hicieron profesionales, porque antes el dinero alcanzaba. Zabala compró una buseta, que manejaba un sobrino en una ruta del transporte público, para obtener ingresos adicionales.
José Zabala, quien laboró en el Instituto Nacional de Cooperación Educativa Socialista (Inces), mencionó que una de sus hijos, la docente Yasmina Zabala (50) emigró para Colombia. Igualmente dos nietos: uno está en Chile y el otro en Perú.
Recordó que unos ocho años atrás, la vecina Luisa de Milano trajo desde Margarita una estatuilla de la Virgen del Valle que es venerada en Sierra Maestra. Los vecinos colaboraron e hicieron una capilla en la vía.
Cada 8 de septiembre, realizan la procesión y el novenario de la patrona de Oriente en la comunidad. Hasta ahora, nadie ha roto ni ha sustraído objeto alguno de ese pequeño santuario.
Zabala indicó que Luisa de Milano falleció en 2019, por coincidencia un día de la Virgen Del Valle.
Donde los rufianes no respetaron lo sagrado fue en la capilla de la venerada que está en el Paseo de La Cruz y El Mar. En una ocasión, los vándalos rompieron el vidrio para adueñarse de la limosna dejada por los devotos.
En la calle Democracia de Sierra Maestra queda la sede de la antigua Clínica Cardiovascular del municipio Sotillo. Pero, desde hace más de un año, esta edificación de dos pisos sirve de residencia de unos trabajadores de la Misión Barrio Adentro.
Una de las empleadas, de nacionalidad cubana, quien no quiso identificarse, aseveró que el sector es tranquilo.
Puerto La Cruz / Yraida Núñez