Diez cadáveres que tenían más de tres meses en las cavas del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf) de Barcelona, fueron enterrados este domingo en horas de la mañana, en el Cementerio Municipal de Barcelona, en una fosa común.
En el mismo camposanto sepultaron seis fetos. Estaban casi al término del proceso de gestación.
A pesar de todo el tiempo que tenían en la medicatura forense, ninguna persona acudió al recinto a reclamar los restos.
Solo cuatro de los fallecidos fueron identificados. Se trataba de Nicolás José Montero, de 60 años; Darwin José Silva (26), Antonio Urdaneta (70) y Eliezer Almerida (18).
Los demás no tenían cédula de identidad o no habían sido presentados.
La mayoría de los occisos eran reclusos de Puente Ayala.
Barcelona / Eleida Briceño