El Tribunal Supremo español ordenó la libertad de la presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell, tras depositar la fianza de 150.000 euros (174.000 dólares) impuesta ayer por el juez que la investiga por, entre otros, el delito de rebelión por tramitar la declaración de independencia de Cataluña.
Ahora, un funcionario judicial debe entregar el auto en la prisión madrileña de Alcalá Meco, donde Forcadell pasó la noche, para que se haga efectiva su salida.
El magistrado del Supremo Pablo Llarena le impuso además la obligación de entregar su pasaporte en el Supremo, cosa que ya ha hecho su abogado, y la obligación de comparecer de manera regular ante un juzgado.
Forcadell y otros cinco miembros de la presidencia de la Cámara catalana comparecieron ayer ante el Tribunal Supremo como investigados por haber facilitado la tramitación la declaración de independencia que se realizó el pasado día 27 de octubre en el Parlamento catalán.
Todos atribuyeron a la declaración de independencia del 27 de octubre un valor simbólico y acataron las medidas del Gobierno central para restablecer la legalidad constitucional, entre ellas, el cese del Gobierno de Cataluña, la disolución de su Parlamento y la convocatoria de elecciones regionales.
La presidenta del Parlamento catalán ha sido a la que el juez le impuso la fianza más alta y la única que pasó una noche en prisión.
El magistrado le atribuye una "actuación principal" en el proceso independentista, tanto "por su intervención medular" en él como "por la intensa repercusión que su propio liderazgo ha tenido".
Llarena recuerda que Forcadell ocupó también la presidencia de la Asamblea Nacional Catalana, una organización que se ha destacado en las movilizaciones por el independentismo, "desde cuyo mandato perfiló, asumió, y comprometió una hoja de ruta que pasaba por la concienciación y movilización colectiva" a favor de la secesión.
Madrid / EFE