Esta semana, el Sindicato Venezolano de Maestros (Sinvema), seccional Distrito Capital, dio a conocer los casos de dos educadores de los estados Mérida y Guárico que se quitaron la vida en menos de un mes porque no pudieron resistir más la crisis del país, los bajos salarios y la presión de mantener la estructura de educación a distancia sin las condiciones adecuadas.
Respecto a esto, la presidenta de Sinvema Anzoátegui, Maira Marín, lamentó que el poco reconocimiento a la labor de los docentes los esté llevando a esos extremos.
Aseguró que actualmente la mayoría de los maestros venezolanos enfrentan el sufrimiento de estar separados de su familia que migró a otros países en busca de mejor calidad de vida y debido a su escaso poder adquisitivo que es de 0.6%.
Aunado a ello, dijo Marín, se encuentra el estrés de dar clases a distancia sin las herramientas adecuadas y en un país donde servicios básicos como agua potable, gas doméstico, electricidad y telecomunicaciones no funcionan bien.
"Vemos con preocupación cómo se va descomponiendo la autoestima de los maestros, muchos pasan hambre, no tienen para comprar medicinas, están lejos de sus seres queridos, sin gasolina, encerrados entre cuatro paredes y sin provisión. Todo este batallón de factores causa depresión y para rematar se suma la presión de los patronos incomprensivos que, en lugar de apoyar al maestro, lo acorralan", expresó la gremialista.
"Aspiramos a que las cosas mejoren, añoramos mejores tiempos para todos los sectores laborales del país que nos hemos mantenido en protesta. No queremos que mueran más compañeros por culpa del hambre, depresión, falta de medicamentos u otra razón", resaltó Maira Marín, presidenta regional del magisterio.
De acuerdo con el comunicado de Sinvema Distrito Capital, el profesor que falleció en Mérida se lanzó de un puente, y el de Guárico se ahorcó. Ambos presentaban cuadros depresivos y "se quitaron la vida presionados por sus inhumanas condiciones de vida".
Barcelona / Milena Pérez