Habitantes de la urbanización Cerromar, ubicada en la parroquia San Juan Bautista, municipio Díaz, estado Nueva Esparta, padecen la desidia de las autoridades gubernamentales, porque a diario perciben los malos olores producto del desbordamiento de cloacas en la zona.
Valery Gómez, residente del sector denunció que el problema se presenta desde hace 21 días y ningún ente público lo resuelve.
Espera que funcionarios de la empresa Hidrológica del Caribe (Hidrocaribe), además de aquellos que laboran en el departamento de obras públicas estadales, corrijan la situación porque los vecinos de Cerromar no soportan la insalubridad.
"Tenemos 21 días con una cloaca desbordada en toda la entrada de la urbanización. Desde que llegó el ciclo de agua se desbordó y nunca paró. Nosotros vemos que el Consejo Comunal no hace nada por solucionar este problema", indicó Gómez.
Una situación recurrente
Gómez, de 28 años, señaló que las aguas negras se desbordan más cuando llueve.
"Cada vez que llega el agua o llueve, se desborda, pero esta vez ha durado demasiado. Por eso, necesitamos que las limpien".
Aseguró que las personas que habitan en Cerromar están expuestas a contraer enfermedades infecciosas, algo que a su entender resulta peligroso en tiempos de coronavirus.
"El olor se mete a las casas, al igual que los zancudos, que son muchos. Cuando llueve, la carretera se inunda y con esas aguas negras desbordadas a cualquiera se le puede pegar alguna enfermedad si camina por allí. Eso es lo más seguro, porque todos pasamos por la entrada de la urbanización".
Valencia / Joseph Ñambre