A partir del lunes, los británicos que den positivo por COVID-19 y no se sometan a una cuarentena enfrentan una multa de 1.000 libras (1.200 dólares), que aumentará a 10.000 libras para los reincidentes. El Departamento de Salud precisó que quienes den positivo también serán multados si proporcionan información falsa a sabiendas a los rastreadores de contactos.
El secretario de Salud, Matt Hancock, dijo que el gobierno “no dudará” en introducir más medidas para restringir la propagación del coronavirus.
La nueva multa entró en vigor antes de que la Cámara de los Comunes analice el miércoles una enmienda a la legislación existente que le daría al Parlamento el derecho a votar sobre cualquier nueva restricción.
Gran Bretaña ya tiene la peor cifra de muertos por la pandemia en Europa, con unas 42.000 muertes confirmadas, pero quienes piden restricciones más estrictas están siendo desafiados por los críticos, que entre otras cosas temen un mayor daño a la economía.
Restricciones
Además de las restricciones nacionales, aproximadamente una cuarta parte de los 65 millones de personas que viven en Reino Unido viven bajo reglas locales más estrictas para combatir los brotes locales.
Los bares y restaurantes en Reino Unido tienen órdenes de cerrar a las 10 p.m. bajo reglamento impuesto la semana pasada para frenar la propagación del COVID-19.
Una laguna jurídica, sin embargo, permitía que las empresas de catering que atienden al Parlamento estuvieran exentas de la regla, al permitir que la gente que comiera en su lugar de trabajo pudiera tener acceso a estos servicios más horas.
Wes Streeting, un legislador del opositor Partido Laborista, tuiteó: “Esto es ridículo y hace que el Parlamento se vea ridículo. Esto debe cambiar de inmediato. No podemos tener una regla para el Parlamento y una regla para todos los demás”.
Después de esta y otras críticas a la exención, un portavoz parlamentario aclaró el lunes que “no se venderá alcohol después de las 10:00 pm. en ningún lugar de las instalaciones parlamentarias”, aunque sí se podrán vender alimentos durante las sesiones nocturnas del Parlamento.
Londres / AP