La UFC está determinada a pelear en medio de la pandemia de coronavirus.
Mientras que numerosas ligas y organizaciones deportivas han cancelado o pospuesto sus competencias esta semana, la UFC continuó con sus planes para montar una cartelera en Brasilia, la capital de Brasil. sin aficionados. La próxima semana tendrán otro evento, con público, en la O2 Arena en Londres, Inglaterra.
En lugar de cancelar eventos, la UFC ha cambiado la sede programada para el 28 de marzo en Columbus, Ohio, y el 11 de abril en Portland, Oregón, al nuevo complejo UFC Apex en Las Vegas, en donde hay una arena más pequeña y capacidad para producción de televisión.
El presidente de la UFC Dana White dijo que atribuyó su decisión de ir en contra del mundo del deporte en parte por una conversación que sostuvo el jueves con el presidente de Estados Unidos Donald Trump y el vicepresidente Mike Pence.
“Hablé con el presidente y el vicepresidente de Estados Unidos sobre esto”, dijo White a la cadena ESPN, su socio de transmisiones. “Se lo están tomando muy en serio. Dicen, ‘Se precavido, ten cuidado, pero vive tu vida y no entres en pánico’”.
Sin público
La UFC no tendrá aficionados en las gradas, pero la competencia seguirá. Y más importante para los peleadores, recibirán su pago en un deporte en el que no reciben compensación financiera a menos que se lleve a cabo una pelea.
White dijo que la UFC monitoreará a sus peleadores por cualquier síntoma del COVID-19 antes de permitirles competir.
Los deportes de combate cuentan con menos personas involucradas, con dos peleadores y un réferi en una jaula, rodeados de tres jueces y poca gente a su alrededor. Esta es una de las razones por las que la UFC cree que puede continuar compitiendo.
Probablemente no tendrán resistencia de los peleadores que necesitan ganar dinero.
Los Ángeles / Greg Beacham / AP