La Plaza Bolívar de Clarines, capital del municipio Ezequiel Bruzual del estado Anzoátegui, dejó de ser un espacio ideal para iniciar amenas conversaciones en horas nocturnas, incluso antes de que arrancara la cuarentena por causa de la pandemia de coronavirus.
¿El motivo? Sólo tres de las ocho torres lumínicas que hay en el lugar funcionan. Eso genera, de acuerdo con la docente Yolinor Armas, un "clima de inseguridad bastante alto" porque la oscuridad favorece a las acciones de los delincuentes que merodean la zona.
"El problema de la Plaza Bolívar ya tiene dos años y las autoridades de Corpoelec (Corporación Eléctrica Nacional) nos dicen que necesitan muchos metros de cables para poder colocar las luminarias, pero no tienen disponibilidad por el momento", explicó la dama de 42 años. "Nos dicen que no pueden repararlas y eso nos preocupa porque en los últimos dos meses el problema se acentuó".
El último acto
El sitio, habitualmente empleado para la realización de espectáculos culturales y que queda cerca de la iglesia de Clarines, fue utilizado por última vez a principios de marzo para un acto político.
En esa ocasión, los vecinos de las calles Bolívar y Negro Portillo hablaron con los dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) para que ayudaran a conseguir soluciones al problema de la Plaza Bolívar, pero todavía no recibieron respuestas positivas.
"Aquí sólo funcionan tres bombillos y no se ve absolutamente nada. Esta situación necesita de respuestas inmediatas, porque nos deja en una posición muy desfavorable frente a la delincuencia".
Las consecuencias
La falta de "luz" en la plazoleta en honor al Padre de la Patria ya tuvo consecuencias negativas para la población. En días recientes la Casa de la Cultura de Bruzual fue visitada por los "amigos de lo ajeno".
"En la plaza todavía no se han producido hurtos, pero la oscuridad sirve para que los malhechores se oculten y cometan sus fechorías sin ser detectados. Hace pocos días entraron a la Casa de la Cultura y robaron todos los utensilios que se usan para dar clases de repostería. Eso es muy lamentable, porque perjudicó a personas que quieren aprender oficios y ser útiles al país".
Clarines / Joseph Ñambre