El dirigente Luis Palocz es uno de los 23 presos políticos aislados en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) conocido como El Helicoide. Desde hace cuatro meses, su familia y pareja esperan por una llamada o que se les permitan las visitas, mientras se conforman con saber –por medio de cartas– las medicinas o los artículos de aseo personal que necesita.
El pasado 14 de abril se cumplieron cuatro meses de la detención arbitraria de Palocz, quien fue interceptado por sujetos encapuchados mientras se trasladaba por la avenida Andrés Galarraga, del municipio Chacao.
El dirigente formaba parte del comando municipal que apoyó la candidatura de Edmundo González y ahora es uno de los 890 presos políticos que contabiliza el Foro Penal. También tenía aspiraciones de postularse a la Alcaldía.
A partir de su desaparición, cuenta su pareja María Bravo, estuvo tres días sin saber nada de él. "Me enteré que estaba acá en el Helicoide, había llegado la noche anterior en la que nos avisaron. Me dijeron que fuera a llevarle comida caliente".
Desde su detención, su familia no ha tenido comunicación con él. "No lo hemos visto. Imagino que estará bien. Solamente nos podemos comunicar por medio de cartas donde dice cosas superficiales. Lo saludamos, le preguntamos cómo está".
En esas cartas se limita a escribir lo que necesita, afirma Bravo, "porque todo lo leen. Hace poco hizo un mal movimiento en la muñeca y tiene una inflamación en los ligamentos, me pidió unos medicamentos, una muñequera y comentó que lo habían llevado a asistencia médica. Es la única vez que lo han llevado porque ha tenido fuertes dolores de cabeza, él tiene problemas en los riñones".
Debido a esas enfermedades relacionadas a los riñones, a María le toca consultar al médico de cabecera y mandarle los medicamentos a la cárcel para que su salud no se agrave, pues no conocen con certeza su estado al no tener una revisión médica exhaustiva.
"Siempre le escribo que beba bastante agua, trate de caminar o hacer ejercicio, porque todo eso le afecta. Parece que los sacan una sola vez al día a llevar sol y hacer ejercicio, pero una sola hora. Estar encerrado casi todo el día es difícil, porque todas las enfermedades van floreciendo", señala su pareja.
La audiencia preliminar de Luis Palocz se hizo el 5 de marzo de forma telemática en El Helicoide y le imputaron cargos como incitación al odio, terrorismo, asociación y traición a la patria.
"El defensor público no sabemos quién es, fue impuesto", afirma Bravo. También desconocen cuándo iniciará el juicio en su contra. La imposición de defensa pública ha sido una constante en los casos de presos políticos en los últimos dos años, han dicho especialistas y defensores de derechos humanos como Joel García.
Bravo ha insistido en ver o tener una llamada con Luis Palocz, pero siempre obtiene la misma respuesta. "Ellos (custodios) dicen que tienen que recibir permisos de alto nivel", comenta.
Caracas / Tal Cual